La serie Autonomies está ambientada en una realidad alternativa en la que el Estado de Israel está dividido en dos territorios, un estado laico con capital en Tel Aviv, y una autonomía ultraortodoxa con capital en Jerusalén. Se desarrolla en un presente paralelo, unos treinta años después de los sangrientos sucesos de 1989, que acabaron por establecer una federación ultraortodoxa en Jerusalén donde reina la ley judía. Sin embargo, Bnei Brak se convirtió en un suburbio de Tel Aviv. Para desplazarse entre ambas entidades son necesarios permisos y controles fronterizos. La economía local de la autonomía haredí tiene dificultades. Además, se rige por la ley judía y su interpretación ultraortodoxa, que incluye la prohibición de vender alimentos. Los policías de la autonomía se conocen como "guardias" y van vestidos con una especie de abrigos jasídicos en los que se colocan los rangos y símbolos del Estado. Su misión es mantener el orden y las leyes de la religión y la modestia en la autonomía.