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Serie documental que se centra en los crímenes más horrendos de los Estados Unidos. En cada episodio, los propios asesinos narran los detalles más escabrosos de sus crímenes, además de sincerarse sobre sus sentimientos de culpa y miedo. Durante los diez episodios de la primera temporada, se analizan a detalle diferentes casos incluyendo el de James Robertson, un convicto que admitió asesinar a su propio compañero de celda para conseguir una mejor condición de vida en el camino de la muerte; el de Miguel Martínez que, con apenas 17 años, se convirtió en la persona más joven condenada a muerte; y de Charles Thompson condenado por herir de gravedad a su exnovia y asesinar a su nuevo amante.
10 episodios
Transmitida en Netflix
Transmitida desde:
3 de agosto de 2018
Netflix
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Después de años en aislamiento, James Robertson admite haber asesinado a su compañero de celda para tener mejores condiciones camino a la pena de muerte.
Lo condenaron a muerte por una ley de Texas y le perdonaron la vida cuatro horas antes de la ejecución, pero Kenneth Foster aún alega que es injusto.
Justin Dickens es un adolescente que creció en un ambiente de adicciones y crimen. Cometió un asesinato, pero niega la versión de los hechos de la fiscalía.
Miguel Ángel Martínez participa de un triple asesinato vinculado al satanismo y se convierte en la persona más joven de Texas en ser condenada a la pena de muerte.
Charles Thompson enfrenta el cargo de homicidio culposo por herir de gravedad a su exnovia y matar a su nuevo amante, pero luego la joven muere por un error del hospital.
David Lewis admite sin culpa haber matado a una mujer de 74 años mientras robaba su casa. Sin embargo, su estado psicológico pone en duda la sentencia de muerte.
Deandra Buchanan mató a la tía, al padrastro y a la novia bajo la influencia de una droga que exacerba su paranoia. Además, aduce no recordar el hecho.
Robert Shafer asesina a dos hombres gay después de secuestrarlos y confiesa audazmente el crimen. Si bien no puede explicar por qué cometió el doble asesinato, los miembros de su familia intentan explicar las posibles motivaciones.
Joshua Nelson es un adolescente adicto a las drogas que asesinó a un amigo a sangre fría para robarle el auto, pero durante el juicio surgen otros móviles impactantes.
El asesino convicto Wayne Doty admite su culpabilidad, pero solicita que su ejecución se lleve a cabo con una silla eléctrica, un método que ya no se usa en Florida.
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