Una noche de celebración y diversión terminó convirtiéndose en una verdadera pesadilla e infierno para los 242 jóvenes que asistieron al club nocturno Kiss. En la madrugada del 27 de enero del 2013, los asistentes a esta discoteca terminaron muertos o con varios daños luego de que el lugar se incendiara y debido a que no contaba con las medidas necesarias de seguridad fue que estos 242 asistentes terminaron perdiendo la vida por asfixia o quemaduras, tan sólo unos pocos se salvaron, pero su supervivencia les costó un gran deterioro. Los padres de las víctimas tendrán que mover cielo, mar y tierra para que sus hijos sean otorgados de la justicia que merecen, pues este evento desafortunado no fue tan sólo un accidente sino una consecuencia de las irregularidades por parte de los dueños de la discoteca y el gobierno ignorando todas esas faltas, por lo que ellos son los verdaderos culpables de esas 242 muertes. En una dolorosa travesía, estos padres no piensan descansar hasta obtener justicia para sus hijos.