Liv y Will parecían estar hechos el uno para el otro, ser almas gemelas, tener un matrimonio perfecto e inquebrantable. Ambos solían vivir en Reino Unido, pero deciden mudarse a Nueva York para tener una mejor vida, pues como el matrimonio perfecto que son, merecen una vida a la altura de lo que quieren. Aunque parecieran tenerlo todo: amor, riqueza, felicidad, juventud, una vida glamorosa y más, Liv se entera que Will la ha estado engañando y siente que se mundo se está cayendo a pedazos. Para ella Will es el amor de su vida y nunca se imaginó estar en una situación así, por lo que Will para enmendar todo y demostrarle que puede haber un nuevo comienzo para los dos, le propone hacer el viaje que tanto querían por todos los Parques Nacionales de Estados Unidos. Aunque Liv pareciera estar más calmada luego de lo que su esposo le propone hacer ese viaje juntos, lo cierto es que ella ya ha tramado un plan que llevará a cabo durante el viaje, sin que Will lo sepa, lo pondrá a prueba a través de tres retos para saber si verdaderamente está arrepentido y quiere que su matrimonio funcione. Liv a pesar de la cautela con la que se mostrará, no caerá tan fácil por los dulces gestos o palabras de Will y se mantendrá atenta a lo que éste realice, pues si falla las tres pruebas, entonces morirá. Liv tiene todo fríamente calculado para hacerlo pasar por un accidente, pues si su matrimonio no sobrevive, menos lo hará su esposo.