Antes de ser un oficial de control de animales, Frank solía ser policía, pero fue despedido de este trabajo por haber sido demasiado honesto y querer exponer la corrupción que ocurría en su departamento. Como fue vetado de poder trabajar en otras comisarías, Frank terminó hallando este empleo en el que ahora busca lo mejor para los animales y los humanos. Frank puede parecer muy rudo en el exterior, pero la realidad es que es un hombre bastante amable, excéntrico y que se amargó por el hecho de querer hacer bien su trabajo, pero debajo de esa capa está un hombre bastante preocupado por su comunidad. Frank posee la capacidad de poder entender a los animales mejor que a los humanos y aunque el equipo que lidera no pareciera ser el mejor, cada uno a su modo busca resolver de la mejor forma las misiones a las que son asignados. La parte más fácil del día de todos es lidiar con los animales que hay en Seattle, pues en cuanto a sus relaciones humanas y problemas, casi todo el equipo de Frank entra en conflicto.