Léa y Manon son dos primas y compañeras de piso que a raíz del estrés, caos e incertidumbre que les trae su interacción con su teléfono por las redes sociales, donde se enteran de las cosas que aún hace su ex o simplemente siguen en busca de la aprobación digital, las dos chicas deciden que es momento de tomarse un descanso por un mes de toda la tecnología a su alrededor. El apego y dependencia que han desarrollado a querer saber siempre lo que está haciendo otra persona, las nuevas tendencias o las miles de cosas que tiene internet para ofrecer y con las que logran desaburrirse; se volverá un reto difícil de llevar, pues ellas no se imaginan su vida sin todas esas conexiones. Manon y Léa aprenderán que existe un mundo más allá de lo virtual, que el lugar en el que viven tiene cosas fabulosas para ofrecerles y no es necesario subir a redes todo lo que sucede en su día a día, lo cierto es que hay más personas capaces de ofrecerles una nueva perspectiva en la que no deberán fingir ser alguien más por mera complacencia. A pesar de lo complicado que será para ellas todo ese mes intentando cumplir el reto, Léa y Manon se darán cuenta que pueden seguir una vida plena sin estar siempre al pendiente de lo que sucede en sus redes.