El futbolista Andrés Escobar nunca imaginó que su vida cambiaría para siempre luego de haberse convertido en uno de los jugadores más destacados de la selección colombiana, pues aunque desde pequeño su sueño fue convertirse en una estrella del fútbol, no creyó que en el momento en el que lo hiciera esto también representaría un gran peligro. En la década de 1980 y 1990 en Colombia se respiraba un ambiente constante de violencia a causa del narcotráfico y los grupos paramilitares, por lo que el fútbol se volvió en uno de los escapes de la población para poder tener cierta diversión y entretenimiento. A causa de esto el equipo nacional se volvió en un estandarte que padeció varios infortunios aunque también logró cierto gloria, como haber ido al mundial de Italia en 1990 y el de Estados Unidos en 1994, sólo que éste último representó la peor pesadilla para los jugadores, en especial para Andrés Escobar quien fue asesinado por haber cometido un error en la cancha.