Dariel lleva años sirviéndole al rey demonio, para él lo más importante es ser útil para su jefe y hacer las cosas bien. A pesar de que no puede usar su magia, él recientemente ha sido ascendido al puesto de ayudante de los Cuatro Generales por lo que cree que finalmente está siendo apreciado y aunque todo pareciera marchar bien es despedido luego de que los generales hayan sido sustituidos, pues al rey no le pareció su desempeño. Ahora a sus 30 años sin ningún propósito, Dariel decide llegar a un pueblo donde se da cuenta que las habilidades y conocimientos que posee son útiles para las humanos, así que poco a poco comienza a prestar sus servicios para ayudar a los demás. Él creía que ya no servía para nada y por eso mismo fue echado, pero luego de llegar al pueblo se da cuenta que aún tiene un futuro prometedor por delante.