Una madre y su hija llevan años huyendo, pues debido al oscuro pasado de la madre es que ésta no está dispuesta a vivir sin seguridad ni libertad y mucho menos quiere aquello para su hija, por lo que desde el primer instante se dispuso a quedarse sin identidad, ella no tiene nombre y su hija tampoco. Las dos están acostumbradas a no tener un hogar, pues los hoteles de la ciudad y lugares que recorren son los encargados de brindarles un refugio por cierto tiempo, pues nunca se quedan en el mismo sitio por varios meses. La mamá guarda grandes secretos que aún no ha sido capaz de revelarle a su hija y por eso mismo tienen una vida como fugitivas en la que no confían en nadie; no ha sido nada sencillo para las dos, pero saben que es el único modo en el que pueden estar fuera de peligro aunque esto no durará para siempre. Allá afuera hay alguien que se dispondrá a resolver el gran acertijo que rodea a la mamá y no sólo eso, también hay alguien dispuesto a quitarles lo que más atesoran.