La noche del 2 de agosto de 2006, Victor Zaborsky llamó al 911 para denunciar que un intruso apuñaló a un amigo en la casa de D.C. que compartía con Joe Price y Dylan Ward. Los primeros en responder llegan y encuentran al abogado Robert Wone ya muerto en la habitación de invitados. Con poca sangre en la escena y sin signos de lucha o robo, las sospechas aumentan después de que la policía entrevistó a los tres compañeros de casa. Creyendo que los hombres saben más de lo que revelan, la investigación pronto descubre más preguntas que respuestas. Surgen giros y vueltas impensables, que hacen que los amigos se pregunten qué tan bien conocían a los tres hombres y a la policía que lucha por encontrar respuestas. En última instancia, los fiscales presentan una serie inusual de cargos contra los tres residentes, pero no por asesinato. Mientras Price, Zaborsky y Ward mantienen su inocencia y luchan por limpiar su nombre, los allegados a Robert buscan la verdad y tratan de recuperarse de una pérdida inimaginable.