Poppy es una jovencita que desde muy pequeña fue prometida a un destino que nunca pidió, pues cuando ésta se encuentre en el fulgor de su adolescencia tendrá que ascender con los dioses para que éstos aseguren la paz y prosperidad de su reino que se encuentra cayéndose a pedazos. Poppy se encuentra confinada en una inmensa torre donde es sumamente protegida por guardias, pues nadie puede mirarla, ni tocarla y ni siquiera pueden hablarle por lo que la joven lleva una vida bastante solitaria. En aquel lugar Poppy es instruida en diferentes conocimientos que la llevarán a elevarse de manera física y mental para poder ser admitida por los dioses, sólo que la chica está cansada de llevar aquel estilo de vida, pues nunca pidió ser la 'elegida', ella quiere tener libertad y experimentar otro tipo de aventuras como cualquier joven de su edad. Pareciera que Poppy va a terminar cumpliendo su destino en aquella fría e inmensa fortaleza hasta que un día llega un guardia nuevo encargado de custodiarla, éste posee unos ojos dorados que le roban el aliento a cualquiera y desde el instante en que aparece, Poppy queda hipnotizada con su presencia. Hawke Flynn se vuelve su nuevo guardia personal y con esto la vida de la joven toma un nuevo rumbo, pues Poppy decide seguir sus instintos y explorar el mundo de la forma en la que Hawke se lo muestra. Poco a poco Poppy irá olvidando su rol de doncella y querrá sumergirse en nuevas pasiones, sólo que cada decisión que tome no sólo tendrá una gran repercusión en su vida también en la de todos en su reino, pues ¿Qué será de ellos si Poppy decide abandonarlos?