El vuelo 601 que partía de Colombia termina siendo secuestrado en el aire por dos revolucionarios armados, por lo que el pánico y miedo comienza a propagarse entre todos los pasajeros y la propia tripulación. Estos dos hombres lo que buscan es que las autoridades liberen a 50 presos políticos y también les otorguen una gran suma de dinero, así que no piensan dar marcha atrás a su extremo plan, por lo que se contactan con las autoridades locales a través de la cabina del capitán y es como dan a conocer sus demandas y las consecuencias de que la policía no coopere, pues si en ciertas horas no hacen tal cual lo que los rebeldes han exigido, entonces éstos comenzarán a dispararle a los pasajeros; matarán a uno por uno hasta que les cumplan lo que pidieron. Como la policía no puede hacer mucho, dos azafatas y el propio capitán deciden arriesgar sus vidas para engañar a los secuestradores y lograr que nadie muera en lo que intentan aterrizar en un lugar seguro.