Oscar François de Jarjayes ha sido criada como un niño desde su nacimiento, pues su padre se dio cuenta que ya no tendría más herederos por lo que su última hija se encargará de volverse en su sucesor y para esto tiene que hacerse pasar por un varón. Oscar fue educada en todos los oficios y enseñanzas para los varones de su estatus, pues Oscar al ser hijo de un general francés debía ser sumamente diestro con la espada y las armas, y así lo fue. De esta forma, a sus 14 años logra convertirse en capitana de la Guardia Imperial, quienes se encargarán de cuidar de la princesa María Antonieta, quien más tarde se volvería en la absoluta reina de Francia. Lady Oscar sabe perfectamente cuál es su rol y no planea faltarle el respeto al legado de su padre, pero tampoco es como el resto, pues no le es sencillo ignorar cómo la gente de su país sufre cada día mientras el resto en Versalles hace crecer más sus bolsillos. Conforme pasa el tiempo, Lady Oscar tendrá que decidir si mantener su lealtad a María Antonieta y su honor o ver por su pueblo, además cuando conozca lo que es el amor, Oscar podría buscar recuperar su feminidad.