Originalmente no estaba escrito que Blanche tuviera acento sureño. En cambio, fue idea de Rue McClanahan presentarlo.
Las actrices consumieron más de 100 pasteles de queso durante los siete años que duró el programa.
Rue McClanahan tenía una cláusula escrita en su contrato que le permitía quedarse con toda la ropa hecha a medida de Blanche.
Bea Arthur odiaba la tarta de queso en la vida real.