Mario Almada comenzó a trabajar en un centro nocturno llamado "Cabaret Señorial" que era propiedad de su padre. Más tarde, dado que su hermano Fernando había iniciado una carrera en el cine como actor, Mario inició en el medio como productor y en 1963 escribió su primer guion para una película. Almada inició como actor sustituyendo a Bruno Rey en la película Los jinetes de la bruja (1965). En 1969 Almada obtuvo un papel en la película El tunco Maclovio, al lado de Julio Alemán. Por su actuación en este filme obtuvo el premio Diosa de Plata al Mejor Actor Coprotagónico. Para el final de la década de los sesenta, Mario, junto a su hermano, ya comenzaba a protagonizar en cine, en westerns como Todo por nada (1969) y Por eso (1972), producidas por su hermano y su padre. Mario Almeda apareció en cine y televisión por siete décadas y actúo en más de trecientas películas. Su carrera se centró en el cine mexicano de acción, en el que su papel característico fue el de justiciero.