Sergei Eisenstein asistió al Instituto de Ingeniería Civil en Petrogrado cuando era joven. Con la caída del zar en 1917, trabajó como ingeniero para el Ejército Rojo, para después unirse al Teatro Proletkult de Moscú como escenógrafo y luego director. Eisenstein amplió la teoría del director Vsevolod Meyerhold sobre biomecánica o espontaneidad condicionada con su propio "montaje de atracciones", una secuencia de imágenes cuyo efecto de emoción total es mayor que la suma de sus partes. Se destaca en particular por sus películas mudas Strike (1925), El acorazado Potemkin (1925) y Octubre (1927), así como por las epopeyas históricas Alexander Nevsky (1938) y ambas partes de Iván el Terrible (1944, 1958). Aunque Eisenstein quería hacer películas para el hombre común, su intenso uso del simbolismo y la metáfora en lo que llamó "montaje intelectual" a veces perdió su audiencia. Él y sus escritos teóricos demostraron cómo la película podía ir más allá de su predecesor del siglo XIX, el teatro victoriano, para crear conceptos abstractos con imágenes concretas.