Sobrina del cantautor José Alfredo Jiménez e hija del actor Ricardo Cortés, Lolita Cortés comenzó su carrera siendo niña en el teatro musical con obras como Anita, la huerfanita y Vaselina, al lado del grupo Timbiriche. A los 12 años participó en un festival de canto infantil llamado Juguemos a Cantar (1982), donde participó con una canción llamada "Don Quijote y Sancho Panza" y alcanzó a llegar a las finales al sexto lugar y a ser incluida en el disco conmemorativo del festival. Terminó de asentar su carrera de una manera definitiva en la comedia musical en México en la obra de teatro ¡Qué plantón! (1989), en la que interpretó el papel de la hiedra venenosa y compartió créditos con otros grandes cantantes y actores de la época. A lo largo de los noventa y los 2000, participó en diversos proyectos, tanto de teatro musical como en obras como Los monólogos de la vagina. Desde 2004, Cortés fue juez de las diferentes ediciones del programa de competencia La Academia.