Perfume de violetas es una de las películas más impactantes del cine mexicano, y que bajo la dirección de Maryse Sistach, nos cuenta la historia de Yessica y Miriam quienes son dos adolescentes que se conocen en la escuela secundaria y forman una amistad que se verá marcada por la violencia, la margindad, la negligencia, y el dolor, retratando así la dura realidad de muchas jóvenes mexicanas en los márgenes de la Ciudad de México, que a dos décadas del estreno de la cinta aún se ven en riesgo de ser víctimas del abuso sexual, la indiferencia adulta y la injusticia social que tan bien refleja la película.
Y como uno de los espacios clave donde se desarrolla la trama es la escuela a la que ambas amigas asisten, aquí queremos aprovechar el tiempo para mostrarte cómo se ve hoy la Secundaria Diurna No. 261, ubicada en la colonia Tizapán, en la alcaldía Álvaro Obregón, donde se filmaron escenas fundamentales para su trama.
Actualmente, a más de 20 años del rodaje, la secundaria sigue en pie y en pleno funcionamiento, pero su aspecto ha cambiado y es por eso que queremos compartirte las imágenes de esa transformación.
Un entorno difícil para retratar la cruda realidad

Esta locación fue elegida por su autenticidad y su capacidad de reflejar el entorno escolar real que viven miles de jóvenes mexicanos en las zonas periféricas a la Ciudad de México.
.Un personaje silencioso en la trama

Durante la película, este plantel se convierte no solo en un escenario físico, sino también en símbolo de un sistema que muchas veces falla en proteger y escuchar a sus estudiantes obteniendo una importancia narrativa magistral, pese a solo ser un escenario.
.Su aspecto realista fue el ingrediente perfecto para la trama

La producción buscó una escuela que reflejara con crudeza la vida de muchas adolescentes en zonas marginadas de la Ciudad de México. La Diurna 261, ubicada en la colonia Tizapán, en Álvaro Obregón, tenía justo ese ambiente.
Sigue operando como plantel educativo público

Aunque ha pasado por algunas remodelaciones, como la renovación de la entrada y el cambio de color en los muros, esta secundaria sigue en pie y es reconocida por muchos vecinos como "la escuela de la película".
Grafitis, desolación y un abandono nauseabundo perfecto para la historia

Con detalles que han sido originarios por la negligencia y el descuido, la apariencia de esta escuela le da un toque nostálgico al lugar, especialmente para fans del cine mexicano que lo reconocen al pasar.
Pero ante todo un lugar con propósito e historia

La Secundaria Diurna No. 261 comenzó a funcionar en septiembre de 1980, con el objetivo de cubrir la necesidad de educación secundaria en la zona de Tizapán. En un principio, las clases se impartían en espacios provisionales que se encontraban dentro de una antigua cárcel del barrio.
Fue hasta noviembre de 1981 cuando la escuela se trasladó de manera definitiva a su sede actual.