Entre los cinco libros de fantasía que George R.R. Martin nos recomendó para este verano, estaba Historias de Terramar de Ursula K. Le Guin, obra cuya historia nos recordó irremediablemente a la de Harry Potter. Y no es que pensemos que J.K. Rowling se pirateó el libro de Le Guin, ni que fuéramos como los que acusaron de plagio a Guillermo del Toro, pero es un hecho que los autores toman ideas e inspiración de muchos lugares para realizar una obra.
A veces son relatos de otros libros, otras vienen de la vida real: de los acontecimientos históricos y de sus personajes. En otras ocasiones -como en el caso de Rowling- el autor busca en la mitología para darle mayor significado y peso a sus personajes.