Una de las mejores series jamás creadas revolucionó con una historia y formato nunca antes visto. El día de su último capítulo, 100 millones de personas se mantuvieron frente al televisor.
Pocas series son capaces de romper récords. The Last of Us, Succession y Game of Thrones son algunas de las producciones que han hecho colapsar a las plataformas de streaming en las que se transmiten. Otro ejemplo es el regreso de los mutantes de Charles Xavier a Disney+ con X-Men '97, que se ha convertido en la serie más vista de todo el catálogo de la Casa del Ratón.
De todos los momentos de una serie, lo más emocionante (y triste) es su desenlace. El final de un programa de televisión tiene el poder de paralizar a todo el planeta, en especial, cuando es uno de los más aclamados por la crítica y el público. No por nada los finales de Breaking Bad y Suits acumularon millones de vistas en su momento, pasando a la historia por alcanzar niveles de audiencia insólitos.
Así ocurrió con el término de esta serie que logró reunir a 100 millones de personas al mismo tiempo para presenciar su último capítulo. Aunque con 27 nominaciones a los Premios Emmy y calificaciones sin precedentes, cualquiera podría esperar que este programa de televisión estadounidense fuera a finalizar con broche de oro, marcando un hito en la historia del entretenimiento.
Se trata de Raíces, la miniserie que se estrenó en 1997 y durante ocho noches consecutivas retrató la emocionante historia acerca de la esclavitud de la comunidad negra. La trama comenzó con la captura de Kunta Kinte, un joven afroamericano que es vendido como esclavo, cuya historia se extiende durante tres generaciones hasta el momento en el que su nieto obtiene la libertad, 100 años después de los primeros eventos.
El episodio final marcó el punto más alto de audiencia de toda la serie. Con una duración de dos horas, Raíces mantuvo frente a la pantalla a 100 millones de televidentes, que según cifras oficiales, correspondía al 70 por ciento de los hogares en Estados Unidos. A la fecha, Raíces es recordada como la serie de ficción más importante de la cadena ABC, a pesar de que los ejecutivos creían que no iba a funcionar.
Gran parte del éxito de Raíces se debió a la fórmula en la que fue emitida. Durante ocho noches seguidas, el público prendía la televisión para ver los capítulos de la serie. Además, Raíces mostraba escenas muy explícitas como linchamientos, violencia y palizas, para dar realismo a una época oscura en la historia de Estados Unidos. Al final, Raíces sacudió a la sociedad norteamericana como una de las series más vistas con números que pocas producciones eran capaces de alcanzar.