Cuenta la escalofriante historia real de como un hombre fue capaz de acabar con la vida de decenas de turistas antes de ser capturado.
Es muy probable que los amantes del terror busquen en series como It: Welcome to Derry una dosis de inquietud salida de la fantasía de grandes creadores de historias como Stephen King. Sin embargo, es imposible negar que a veces las mayores historias de horror son aquellas que ocurrieron en realidad.
Por eso Netflix ha sido una de las plataformas que más se ha encargado de llevar lo perturbador del crimen real a la pantalla chica (toma por ejemplo la antología de Monstruo oBebé Reno) . Eso incluye a La serpiente, una miniserie que relata lo ocurrido en los años 70 cuando un hombre fue capaz de asesinar y suplantar la identidad de decenas de personas.
La escalofriante historia que encontrarás en Netflix
La trama de La serpiente gira en torno a la vida de Charles Sobhraj, un asesino en serie y hábil estafador que en la década de los 70 consiguió evadir a las autoridades de distintos países y arrebatarle la vida a al menos 30 turistas idealistas mientras recorrían la llamada "ruta hippie" de Asia.
A lo largo de tan sólo 8 escalofriantes y adictivos episodios retrata algunos de los asesinatos cometidos por Sobhraj, interpretado por Tahar Rahim. Su modus operandi con las víctimas, el origen de su apodo "el asesino del bikini" y la forma en la que pudo evadir el arresto forman parte de la narrativa haciendo que la pesadilla cobre vida.
El hilo conductor de la serie es la investigación liderada por Herman Knippenberg (Billy Howle), un diplomático neerlandés que empezó a seguir los pasos del asesino luego de la desaparición de una pareja originaria de su país. Con esto, la serie también presenta los factores que influyeron en el hecho de que Sobhraj se escurriera de la autoridad con éxito incluyendo su capacidad camaleónica y su vínculo con la canadiense Marie-Andrée Leclerc (Jenna Coleman).
El terror de los turistas en los años 70
Al ver La serpiente queda claro por qué esta historia cambió la percepción del viaje mochilero de los años 70 pues los lugares exóticos de Tailandia, Nepal e India quedaron cubiertos con un velo de inseguridad latente.
Las desapariciones misteriosas, los crimines sin resolver y la sombra de un criminal disfrazado de guía o vendedor traen a la superficie un temor que sobresale de la pantalla. La miniserie contrasta el glmour bohemio de un viaje soñado con la cruda realidad de un peligro que acecha a plena luz.
Si te gustan las historias de crimen real con una dosis extra de drama que te hará morderte las uñas de vez en cuando, tienes la oportunidad de comenzar esta serie que aún con el paso de los años puede seguir generando incomodidad.