La valentía de Dustin: cómo Gaten Matarazzo usó su fama en 'Stranger Things' para visibilizar su condición médica
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Gaten Matarazzo transformó un desafío médico en una poderosa herramienta de visibilidad. Lo que comenzó como un detalle del personaje de Dustin terminó cambiando la forma en que millones conocen una rara condición genética.

Desde su debut en 2016 como Dustin Henderson en Stranger Things, Gaten Matarazzo se convirtió en uno de los rostros más carismáticos de la televisión. Su sentido del humor, su ternura y su química con el elenco lo volvieron un favorito inmediato del público. Pero más allá de su carrera en Netflix y otros proyectos, el actor ha destacado por algo aún más significativo: su decisión de hablar abiertamente sobre la Displasia Cleidocraneal, una rara condición genética con la que nació.

Gaten vive con esta condición desde su nacimiento y, a lo largo de más de dos décadas, ha enfrentado sus desafíos médicos con una honestidad que ha inspirado a millones. En diversas entrevistas, incluyendo su participación en The Doctors en 2018, explicó que nació sin clavículas y con múltiples alteraciones dentales típicas de la Displasia Cleidocraneal. Sus cirugías han sido numerosas; solo en 2020 compartió que se sometió a un cuarto procedimiento en el que se extrajeron 14 dientes supernumerarios y se expusieron seis piezas adultas que aún no habían salido.

¿Qué es la Displasia Cleidocraneal?

La Displasia Cleidocraneal (CCD) es un trastorno genético que afecta el desarrollo de huesos y dientes. Se presenta en aproximadamente una de cada millón de personas y está vinculado a mutaciones en el gen RUNX2, encargado de regular la formación ósea. Quienes la padecen pueden nacer sin clavículas, presentar cráneos más anchos, baja estatura, movilidad inusual en los hombros y dentición severamente retrasada, incluyendo dientes adicionales que permanecen impactados en las encías. Aunque se diagnostica a través de radiografías y pruebas genéticas, los tratamientos varían desde cirugías reconstructivas hasta complejos procedimientos dentales.

Cuando Gaten reveló su condición a los hermanos Matt y Ross Duffer, los responsables de Stranger Things vieron en ello una oportunidad para integrar una diferencia real en un personaje ficticio sin convertirla en un tema sensacionalista. Lejos de centrar la serie en la CCD, decidieron incorporarla en Dustin como un rasgo auténtico que enriquecía su humanidad. El actor contó cómo los Duffer observaron su capacidad para juntar los hombros (debido a la ausencia de clavículas) y lo escribieron directamente en la trama.

La representación fue sutil pero poderosa: en la primera temporada, Dustin explica su condición a los bullies con una naturalidad que impactó a millones de espectadores. En la segunda, utiliza dentaduras postizas; en la tercera, hace referencia a ellas cuando su novia Suzie prefiere besarlo sin dientes. Estas escenas, breves pero significativas, normalizaron una condición que antes casi nadie conocía, sin convertirla en un punto de lástima o en una historia sobre enfermedad.

El impacto global: cuando una serie educa sin proponérselo

El impacto fue más allá de la pantalla. Según un estudio publicado en la revista médica Journal of the American Medical Association (JAMA), cada temporada de Stranger Things generó un aumento notable en las búsquedas de información sobre la Displasia Cleidocraneal: 11.2 por ciento tras la primera temporada y 12.9 por ciento tras la segunda. Incluso entrevistas y apariciones del actor en programas como The Jonathan Ross Show provocaron nuevos picos de interés. La presencia de Gaten permitió que miles de personas escucharan por primera vez el nombre de la condición y entendieran sus implicaciones.

Organizaciones como la Children’s Craniofacial Association han destacado que esta visibilidad tiene un impacto real en quienes viven con la condición. Su lema, más compartido que nunca gracias a Matarazzo, resume el poder de la representación: compartir más hace que miren menos. En lugar de estigmatizar, la exposición mediática de Gaten ha generado empatía, normalización y una mayor comprensión social.

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