Para el público mexicano (y latinoamericano), Goku no es un tipo grosero que insulta a sus enemigos. Es el héroe que cree en las segundas oportunidades y el que sonríe incluso cuando todo está perdido.
Hay series que se recuerdan por sus batallas y otras por sus villanos. Y luego está Dragon Ball y Dragon Ball Z, que en México se recuerda y se defiende por algo más profundo: su voz. Porque para millones de fans, la identidad del anime de Akira Toriyama no se entiende sin el doblaje que acompañó a miles durante años frente a la televisión, con el volumen a todo lo que daba.
Hablar de Goku, Vegeta, Gohan y Piccolo es hablar automáticamente de Mario Castañeda, Laura Torres, René García y Carlos Segundo. Sus interpretaciones no solo tradujeron diálogos, sino que construyeron personalidades completas y les dieron alma. Gracias a ellos, los personajes no se sentían lejanos y era como parte de la familia.
Sin darnos cuenta, lo que escuchábamos no era exactamente el mismo Goku que existía en Japón. Era otro parecido pero no idéntico. Y ahí es donde entra una frase que, con los años, se volvió casi legendaria porque mostró un lado más "rudo" de Kakarotto.
El día que Goku "cruzó una línea"
Durante la inolvidable batalla contra Freezer en Namek, uno de los momentos más intensos de Dragon Ball Z, Goku finalmente explota. El Saiyajin está cansado, herido y furioso de todo lo que le ha hecho pasar el tirano. Y en el doblaje latino, en medio de la tensión, suelta una frase que todavía sorprende a muchos fans cuando la recuerdan: "Eres un grandísimo estúpido".
Hoy puede sonar suave e incluso inocente. Pero en su momento fue impactante. ¿La razón? Goku no hablaba así. Kakaratto jamás insultaba ni atacaba verbalmente a nadie, y por eso, esa línea marcó un límite muy claro. Después de eso, el personaje volvió a su tono habitual, más noble y más "heroíco". Pero lo más curioso es que esa frase ya era una versión suavizada.
Un Goku muy distinto al japonés
En la versión original japonesa, Goku no es precisamente un modelo ejemplar. El personaj es más rudo, más directo y a veces bastante grosero. No tiene problema en usar insultos fuertes, burlarse del enemigo o hablar de manera brusca, especialmente cuando está molesto. No es malvado pero tampoco es un ejemplo del comportamiento perfecto.
El matiz se perdió intencionalmente en el doblaje mexicano. Goku fue construido como un superhéroe clásico, noble, honesto y de corazón puro. Un tipo que pelea por lo correcto, no por venganza y eso incluyó el lenguaje. Por esa razón, las groserías se evitaron casi por completo, incluso cuando la situación parecía pedirlas. La famosa frase contra Freezer es una excepción.
El poder del doblaje para cambiar una historia
Lo más interesante de todo esto es que no fue un error. Fue una decisión creativa. El doblaje mexicano entendió que Dragon Ball no solo era una serie de peleas, sino un producto que formaba parte de la infancia de millones. Y decidió proteger esa imagen.
Mario Castañeda lo ha dicho en varias ocasiones: Goku debía ser un ejemplo. No un santo, pero sí alguien que representara valores positivos. Por eso se cuidó tanto el tono, las palabras y las intenciones detrás de cada frase. No se trataba solo de traducir, sino de interpretar.