Una de las apuestas más ambiciosas de Marvel terminó prohibida en varios países y, apenas cuatro años después, quedó olvidada, convirtiéndose en el primer gran tropiezo del MCU.
Durante más de una década, Marvel parecía invencible. Cada estreno superaba al anterior y el estudio dominaba las taquillas globales con una facilidad abrumadora. El punto culminante llegó con Avengers Endgame en 2019, cuando la película recaudó 2.8 mil millones de dólares y se convirtió temporalmente en la cinta más taquillera de la historia. Sin embargo, tras ese triunfo monumental, la maquinaria del MCU comenzó a mostrar signos de desgaste.
El inicio de una nueva fase en tiempos difíciles
En 2021, con la pandemia aún afectando a la industria cinematográfica, Black Widow inauguró la Fase 4 del MCU con resultados respetables. Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos confirmó que Marvel seguía siendo un imán para el público. Todo parecía indicar que el estudio retomaba su camino ascendente, hasta que llegó la película que rompería esa racha y marcaría un giro inesperado en la percepción del universo cinematográfico.
Eternals, de Chloé Zhao, llegó a los cines como una superproducción imponente, respaldada por un presupuesto de más de 236 millones de dólares y por un reparto estelar que incluía a Angelina Jolie, Salma Hayek, Barry Keoghan y Kit Harington. Sin embargo, el resultado sorprendió a todos: apenas logró 402 millones en taquilla, una cifra insuficiente para una producción de su tamaño.
‘Eternals’: el ambicioso proyecto que no despegó
Muchos se preguntaron cómo una directora recién coronada en los premios Oscar con Nomadland podía haber fracasado en su primera incursión en Marvel. Pero más allá de su prestigio y de un elenco reconocido, Eternals enfrentó un obstáculo fundamental: sus protagonistas, una nueva y desconocida alineación de héroes, no conectaron de inmediato con el público. La mezcla de tono épico, ritmo pausado y duración extensa también jugó en su contra, alejando a espectadores acostumbrados a narrativas más dinámicas dentro de la saga.
A los problemas comerciales se sumó una controversia internacional. Eternals fue prohibida en Arabia Saudita, Kuwait, Catar, Bahréin y Omán debido a la presencia de una pareja del mismo sexo: Phastos y su esposo Ben. Otros países, como los Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Líbano y Egipto, permitían su exhibición solo si se eliminaban las escenas románticas entre ambos personajes, algo a lo que Marvel se negó. Angelina Jolie expresó su postura con claridad al criticar la censura y lamentar que el público de esas regiones no pudiera ver la historia tal cual fue concebida.
A pesar de la polémica, los análisis y los debates, Eternals se desvaneció rápidamente del imaginario popular. Cuatro años después, ocupa un lugar extraño dentro del MCU: ni es recordada como un desastre absoluto ni como un logro artístico, sino como una superproducción que pasó sin dejar la huella esperada. Aunque hoy la película parece haber quedado en el olvido, Eternals marcó un punto de quiebre. Mostró que incluso un estudio con un historial impecable podía fallar y que la audiencia esperaba más que nombres famosos y efectos espectaculares.