Tras su estreno en 1999, esta película no solo se sumó al catálogo de Kubrick sino que se volvió una obra de culto.
Stanley Kubrick es considerado uno de los cineastas más influyentes y rigurosos de la historia del cine, ya que su filmografía -caracterizada por un control absoluto del lenguaje visual y narrativo- abarca géneros tan diversos como la ciencia ficción, el cine bélico, el terror y el drama psicológico. Además, es sabido que el cineasta destacó por su perfeccionismo extremo y por abordar temas complejos como el poder, la violencia, la alienación y la naturaleza humana.
A lo largo de su carrera, también construyó una obra que continúa siendo objeto de análisis académico y debate cultural con películas como 2001: Odisea en el espacio, La naranja mecánica y El Resplandor consolidaron su reputación como un autor que desafiaba las convenciones del cine comercial y proponía experiencias incómodas y provocadoras para el espectador.
Un clásico del cine erótico, protagonizado por Tom Cruise y Nicole Kidman
Pero dentro de su filmografía encontramos que Ojos bien cerrados -Eyes Wide Shut en su idioma original-, nos solo fue su última película estrenada de manera póstuma tras la muerte del director, sino una historia que generó gran expectativa desde su anuncio, tanto por tratarse del cierre de la carrera de Kubrick como por su temática explícita y elenco encabezado por Tom Cruise y Nicole Kidman, quienes fueron una de las parejas más mediáticas de la época.
La historia sigue al doctor Bill Harford, quien se ve envuelto en un viaje nocturno por Nueva York después de que su esposa confiesa una fantasía sexual que sacude los cimientos de su matrimonio. A partir de ese momento, la película explora el deseo, los celos, la fidelidad y las dinámicas de poder dentro de la intimidad conyugal, utilizando una narrativa ambigua y cargada de simbolismo.
Una película que cierra con broche de oro el trabajo de Stanley Kubrick
Entre otro de los elementos más comentados de Ojos bien cerrados tenemos su representación de una sociedad secreta y rituales sexuales mostrados en secuencias que fueron interpretadas como una crítica a las élites, al privilegio y a las estructuras ocultas de poder, mediante las que Kubrick evitó ofrecer respuestas claras, reforzando el carácter enigmático de la obra y fomentando múltiples lecturas por parte del público y la crítica.
Con el paso del tiempo, Ojos bien cerrados siguió siendo reevaluada como una pieza clave dentro del cine de Stanley Kubrick, y más allá de su polémica inicial, se ha consolidado como un estudio psicológico sobre el deseo y la vulnerabilidad humana, además de un gran cierre para la filmografía de uno de los directores más influyentes del cine moderno. Encuéntrala en Apple TV+.