Esta serie revive la rivalidad entre Matt Murdock y Kingpin con sangre, peleas brutales e intriga política en las calles de Nueva York. Un regreso crudo que redefine a los héroes urbanos.
Daredevil: Born Again, disponible en Disney+, recupera el espíritu oscuro, violento y profundamente humano que distinguió a la serie original. A lo largo de nueve episodios, Marvel apuesta por un tono más crudo y callejero que cualquier otra producción de su universo televisivo. La narrativa se apoya en giros contundentes, enfrentamientos físicos demoledores y una premisa clara: mostrar a Matt Murdock en un momento de reinicio emocional y moral donde proteger a la ciudad implica enfrentarse no solo a criminales, sino también a sus propias sombras.
La ley, la culpa y el instinto en ‘Daredevil: Born Again’
La serie abre un nuevo capítulo para Matt y Wilson Fisk. Lejos de sus versiones previas, ambos intentan reconstruir una vida distinta a la que los llevó al límite, pero sus pecados siguen acechando en cada esquina. El showrunner Dario Scardapane opta por un comienzo contundente que exige a los espectadores recordar los sucesos de la etapa de Netflix. Mientras Matt intenta limitar su papel como vigilante y apostar por el camino institucional de la justicia, Fisk sorprende a todos con un aparente deseo de redención que no tarda en levantar sospechas.
Matt se aferra a la idea de que su trabajo como abogado puede generar un cambio real, pero la realidad de Hell’s Kitchen siempre termina empujándolo hacia la violencia que intenta dejar atrás. La aparición de Fisk como un hombre que también afirma querer cambiar golpea directamente el centro de sus dudas: ¿puede alguien como él aspirar a una vida sin su máscara? ¿Puede un criminal reinventarse tan fácilmente? Es en este choque donde la serie profundiza en dilemas morales sin simplificarlos, mostrando que ambos hombres están atrapados entre lo que desean ser y lo que la ciudad exige que sean.
El regreso de Fisk llega acompañado de ambiciones políticas que sacuden por completo la estructura de poder en Nueva York. Su intento de convertirse en alcalde provoca tensiones, alianzas inesperadas y un creciente sentimiento de paranoia. Vanessa, su eterna brújula emocional, observa con incredulidad cómo su esposo pretende convencer a los demás de que ahora es un hombre nuevo.
Una ciudad al borde del caos
Mientras el ascenso de Fisk gana terreno, Matt se ve envuelto en una espiral de peligros que lo obligan a retomar su vieja identidad. Los viejos enemigos regresan, nuevas fuerzas emergen y las calles vuelven a convertirse en un campo de batalla. Daredevil y Kingpin firman una tregua tensa, incapaces de confiar uno en el otro pero conscientes de que algo mucho más oscuro se mueve bajo la superficie.
Daredevil: Born Again se coloca entre las producciones más violentas de Marvel, con secuencias de combate diseñadas para impactar. Aunque algunos episodios arrastran momentos innecesarios debido a reestructuraciones internas, la serie recupera fuerza en su tramo final con enfrentamientos memorables. La coreografía apuesta por la fisicalidad más pura: puñetazos secos, cuchilladas rápidas, persecuciones claustrofóbicas y caídas que duelen incluso desde la pantalla.