Críticas
3,5
Buena
No me las toquen

Ríe sin parar

por Octavio Alfaro

La preocupación de muchos padres es ver cómo sus hijos han crecido y salen del nido en que se criaron; comienzan a descubrir más sobre la vida y por supuesto eso incluye tener actividad sexual. Qué mejor momento para hacer el amor por primera vez que en la fiesta de graduación de la preparatoria, por ello tres amigas hacen un pacto para perder su virginidad en la celebración, pero no contaban con que sus padres se enterarían de ello, bienvenidos a No me las toquen.

Comienza la persecución de Lisa (Leslie Mann), Hunter (Ike Barinholtz) y Mitchell (John Cena) hacia sus hijas para impedir que pierdan su “inocencia” con cualquier chavo que se les atraviese en el camino. Es justo en esos momentos del gato corriendo por atrapar al ratón que los momentos más graciosos aparecen no esperaba reír a carcajadas, pero me sorprendí haciéndolo en un par de ocasiones por lo menos.

Y es que los tres padres tienen una química brillante, no se complementan, sino que se ayudan para alcanzar el objetivo y no pueden evitar ser divertidos en el proceso, ya sea participando en juegos con adolescentes, mirando a través de las ventanas de alguien más y haciendo gestos raros. Sumado a esto la historia es bastante simple y no se preocupa por complicar la situación o enredarla, sólo es lo que ves y no hay más.

Un acierto de No me las toquen es que tanto adolescentes como adultos pueden entretenerse, porque al final muestra las dos caras de la moneda: la despreocupación y aventuras de los jóvenes, además de la responsabilidad y sentido paternal de los adultos, quienes muchas veces se quieren impedir que sus hijos cometan los mismos errores.

No me las toquen es una comedia funcional, que divierte y entretiene. Para pasar un buen momento en el cine y darnos cuenta (una vez más) que los tiempos cambian, pero las circunstancias siguen siendo las mismas.