Al parecer Netflix acaba de encontrar su nueva exitosa producción y no estamos hablando de Scott Pilgrim da el salto, Leo o Jules, sino de El juego del calamar: El desafío, reality basado en la serie surcoreana que tantos récords rompió.
Por supuesto se trata de una versión light y entretenida, aquí nadie sale con heridas de muerte a pesar de la posible demanda que algunos concursantes puedan lanzarle a Netflix.
Y hablando de El juego del calamar: El desafío, ¿has notado que Netflix parece que les dispara a los concursantes que fueron eliminados? A los pocos instantes su playera se marca con una mancha de pintura negra, pero ¿esto como lo consiguen? ¿De verdad hay un francotirador lanzando eso?
Aunque no lo creas la respuesta es no. De hecho Netflix ideó una forma más sencilla de marcar a los eliminados. Antes de empezar cada juego, los participantes llevan debajo de su ropa un paquete de tinta (también llamado squib).
Y dependiendo de cada juego, ya sea por un sensor, cámaras o árbitros, se activa este paquete de pintura y de manera remota la hacen estallar. Y no, no hay disparos de por medio, todo es automatizado, seguro y no duele nada. En cuanto los jugadores sienten esta diminuta explosión en su pecho se deben dejar caer, simulando su “muerte”.
Aunque todo pareciera demasiado sencillo, en las primeras pruebas de los squibs la producción se enfrentó ante un gran problema: la pintura no pasaba la tela de las playeras y por ende no se generaba el efecto de disparo.
"El equipo de vestuario lavaba las camisetas con un detergente que contenía demasiado almidón y actuaba como bloqueador", dijo el productor ejecutivo Tim Harcourt. Esto provocó un cambio de última hora a una alternativa baja en almidón.
Fue así como Netflix tuvo que cambiar sus reglas de lavandería y el equipo de vestuario bajó la cantidad de almidón. Y esta fue la solución para que la explosión consiguiera el objetivo de traspasar la ropa con la pintura negra.