Un thriller criminal apasionante protagonizado por Russell Crowe como Roy Freeman, un ex detective de homicidios con memoria fragmentada que se ve obligado a resolver un caso que no puede recordar ha llegado para todos nosotros.
A medida que profundiza en la investigación, descubre una red de secretos y traiciones que lo llevan a cuestionar su propia identidad y lo ponen en peligro a él y a sus seres queridos.
Con una atmósfera tensa y oscura, las actuaciones de Russell Crowe y Karen Gillan resultan excelentes, mientra que en la dirección de Adam Cooper hubo una serie de transformaciones que lo llevaron a explorar más a fondo su faceta de escritor a cineasta.
Al respecto durante una entrevista con SensaCine México, Cooper nos contó cómo la imaginación lo llevó a tomar los recursos de los que contaba para sacar a flote el proyecto, mientras que los giros en la trama lo envolvieron en su propia creación.
Al escribir el plot-twist de la cinta fue como trabajar al revés en la escritura del guión, ¿verdad? Porque sabes que ahí es donde vas a terminar, así que tienes que construirlo sabiendo hacia dónde te diriges, pero también creo que al dirigir eso, se trataba de proteger la revelación... Ya sabes, encontrar formas de plantar las semillas de hacia dónde se dirigía la historia, aunque de tal forma que un espectador pudiera reconocerla solo después de verlo por segunda vez....
... dijo el director con referencia a cómo llegó a los nudos dramáticos en la cinta, así como sobre el gigantesco plot-twist que podremos ver en pantalla.
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"Descubrí esto cuando estábamos en pre-producción, no tanto cuando escribimos el guión. Cuando diriges aprendes que todas estas cosas que escribiste y que no pensaste en cómo lograr, después descubrirás cómo hacerlo", añadió Cooper.
Sobre el rodaje de la cinta tenemos que la película se llevó a cabo en Budapest, Hungría, y originalmente iba a ser llamada The Old Men. Su guion se basó en una historia real de un detective que perdió la memoria y por ello se en ella se exploran temas de la memoria, la identidad y la culpa. Tuvo un presupuesto de entre 30 y 40 millones de dólares, y ya está en carteleras de cines en toda la ciudad. ¡Disfrútala!
