Concebir una historia original no es una tarea nada sencilla. De hecho, los grandes como Steven Spielberg, James Cameron, Tim Burton yMartin Scorsese, han tomado inspiración de todas partes para crear los mundos maravillosos que han llevado a la gran pantalla. Incluso, el mismísimo Akira Toriyama utilizó sus propias pesadillas para crear a uno de los villanos más terroríficos de todo Dragon Ball Z.
Una de las fuentes de creatividad más grandes yace en la juventud de estos y otros creadores, como en el caso de esta gran figura del cine. Sin saberlo, siendo apenas un adolescente, a un cineasta se le vendría a la mente una de las películas más grandes de su carrera. Todo habría ocurrido cuando decidió echar a volar su imaginación durante una tarde de aburrimiento cuando tenía apenas 16 años.
En el caso de El quinto elemento, una de las grandes películas de ciencia ficción del siglo pasado, nació en la mente de Luc Besson, dos años antes de cumplir la mayoría de edad. El futuro director comenzó a escribir el guión cuando era un adolescente para librarse del aburrimiento, algo que años después rendiría frutos en su carrera. "Empecé a escribir a los 16 y a filmar a los 30, así que tuve tiempo para pensar en ello", dijo el cineasta en una entrevista con Nerdist en 2017, aprovechando el 20 aniversario de la película.
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"Pero cuando comencé a escribir, a los 16 años, parecía más una novela. No era una película en mi cabeza. Nunca pensé en hacer una película sobre esto", reveló sobre cómo inició la idea que más tarde se transformó en una historia de la gran pantalla. Curiosamente, El quinto elemento se le ocurrió mientras ayudaba a su hermana, que en ese momento tenía 13 años, con algunos deberes sobre Platón.
"Ella escribió sobre [los cinco elementos que se cree que componen toda la materia], ya sabes, agua, tierra, fuego y aire. Y el quinto elemento es el ser humano. Entonces tengo que disculparme porque le robé a Platón", confesó el director sobre la inspiración filosófica que obtuvo a tan corta edad. 10 años después, ya un poco más adulto, empezó a darle forma a la trama hasta evolucionar a lo que todos conocemos.
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La producción de El quinto elemento fue nada fácil. El proyecto se detuvo cuando Besson pasó a rodar El profesional, película que se desarrolló con mayor fluidez. Aun así, el director no se dio por vencido con la cinta y optó por reducir el presupuesto de la producción para ver si podía conseguir que un estudio le diera luz verde. En agosto de 1995 comenzó el rodaje y el resto es historia.