Si hablamos de franquicias de anime que han marcado generaciones, Dragon Ball se lleva sin duda un lugar privilegiado. Desde su debut a mediados de la década de los ochenta, la creación de Akira Toriyama ha trascendido fronteras y ha inspirado a millones de personas alrededor del mundo con sus historias llenas de acción y emoción. Con múltiples adaptaciones, películas y personajes icónicos como Goku, Vegeta y Freezer, el universo de Dragon Ball ha evolucionado con el tiempo como con Dragon Ball Daima, adaptándose a nuevas audiencias sin perder su esencia.
A lo largo de los años, los fans han debatido sobre diferentes aspectos de la saga, desde las transformaciones más poderosas, los villanos más temibles, hasta los seres más poderosos de toda la franquicia. Sin embargo, una de las dudas más recurrentes entre los seguidores de Toriyama ha sido la diferencia a Dragon Ball Z de Dragon Ball Super. Aunque ambos animes siguen las aventuras de Goku y compañía, fue el propio Akira Toriyama antes de fallecer quien dejó claro qué es lo que determina a cada una de estas dos etapas de la franquicia.
Fue en una entrevista que Akira Toriyama explicó que la mayor diferencia entre Dragon Ball Z y Dragon Ball Super radica en la estructura de la historia y la forma en que los personajes son presentados. Según el legendario mangaka, mientras que Dragon Ball Z tenía una narrativa más lineal y centrada en batallas con niveles muy elevados, Dragon Ball Super se permitía explorar más el humor y el desarrollo individual de los personajes.
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Según el propio Toriyama, uno de los cambios más grandes en Dragon Ball Super fue que las peleas ya no estaban bajo su control directo. A diferencia de Dragon Ball Z, donde cada combate tenía la visión clara del creador, en Dragon Ball Super un equipo especializado se encarga de diseñarlas y estructurarlas. El mangaka explicó que, si bien seguía participando en la historia y personajes, él decidió dejar en manos de especialistas la planificación de los combates para que estos fueran más dinámicos y espectaculares, limitando su papel a sólo describir lo que ocurriría en una escena de acción.
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En la actualidad, el debate entre qué serie es mejor sigue abierto. Para algunos, Dragon Ball Z representa la esencia de lo que hizo grande a la franquicia, con momentos icónicos como la transformación en Super Saiyajin de Goku por primera vez o la batalla contra Cell. Para otros, Dragon Ball Super ha logrado traer aire fresco a la historia, con nuevas ideas y personajes que han revitalizado el interés en la saga. Lo que es indiscutible es que Akira Toriyama siempre supo reinventar su obra maestra sin perder el espíritu de lo que hace especial a Dragon Ball.
