Los Premios Oscar 2025 dejaron muchas sorpresas, pero si hubo un gran vencedor de la noche, ese fue Sean Baker. El director de Anora tuvo una noche memorable al llevarse cuatro estatuillas en una sola ceremonia, un logro que lo consolida como una de las voces más importantes del cine contemporáneo. Su triunfo no es casualidad, sino el resultado de una trayectoria construida con esfuerzo dentro del cine independiente, donde ha contado historias que retratan la realidad de personajes al margen de la sociedad con un estilo crudo y honesto.
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Sean Baker hace historia en los Oscar 2025 con ‘Anora’
Baker comenzó a llamar la atención con Starlet en 2012, un drama sobre la inesperada amistad entre una joven actriz de cine para adultos y una mujer mayor. Sin embargo, fue en 2015 con Tangerine cuando su nombre empezó a resonar con fuerza en la industria. Filmada íntegramente con un iPhone, esta historia sobre dos mujeres trans en las calles de Los Ángeles se convirtió en un referente del cine independiente por su innovadora propuesta visual y su retrato vibrante de la comunidad LGBTQ+.
Más tarde, con El proyecto Florida, Baker se consolidó como un director con una mirada única para capturar la belleza y dureza de la vida cotidiana. La película, protagonizada por Willem Dafoe, se centraba en la infancia de una niña que vivía en un motel a las afueras de Disney World, y fue nominada al Oscar a Mejor Actor de Reparto. En 2021, Baker volvió a explorar los márgenes de la sociedad con Red Rocket, una historia sobre un ex actor de cine para adultos que regresa a su pueblo natal en Texas, interpretado magistralmente por Simon Rex.
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Ahora, con Anora, Baker logró llevarse cuatro estatuillas en una sola ceremonia (Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Guion Original y Mejor Edición) consolidando su dominio en la gala. Con esto, igualó un récord que sólo Walt Disney había conseguido antes en la historia de los premios de la Academia. Sin embargo, aunque Baker y Disney comparten este récord, hay una diferencia clave entre ambos.
En 1953, Walt Disney obtuvo cuatro premios Oscar, pero cada uno por un proyecto distinto: los documentales The Living Desert, The Alaskan Eskimo y Bear Country, además del corto animado Toot, Whistle, Plunk and Boom. En cambio, Baker consiguió sus cuatro estatuillas gracias a una única película, un reconocimiento absoluto a su trabajo integral en Anora.
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La película cuenta la historia de Ani, una joven trabajadora sexual interpretada por Mikey Madison (ganadora del Oscar a Mejor Actriz), cuya vida da un giro inesperado cuando conoce a Vanya, el hijo de un multimillonario ruso. Tras casarse en un arrebato de amor, la pareja vive un breve período de felicidad, hasta que la familia de Vanya interviene para anular el matrimonio por la fuerza, desatando una serie de conflictos inesperados.
Lo más impresionante del triunfo de Anora es que no se trataba de una superproducción de Hollywood con una campaña multimillonaria. La película fue distribuida por NEON y, a diferencia de otras grandes ganadoras de Mejor Película en años anteriores, no dominó la taquilla ni contaba con un presupuesto abrumador. Aun así, su guion audaz, su estilo narrativo único y las poderosas actuaciones hicieron que se alzara como la gran favorita de la Academia.
