Cuando se habla de leyendas del anime, el nombre de Akira Toriyama siempre salta a la luz debido a que marcó un antes y un después en el género proveniente del país nipón. Este genio creativo no solo revolucionó el género con Dragon Ball y Dragon Ball Z, sino que dejó una marca que aún sigue viva en miles de fans alrededor del mundo, incluso después de su triste partida en marzo de 2024. Y aunque su legado está lleno de momentos épicos, el mangaka también se encargó de regalar joyas tan raras y graciosas, que es imposible no amarlas.
Entre transformaciones de Super Saiyajin, batallas que destruyen planetas enteros y frases como "Nunca te lo perdonaré", hay detalles curiosos que solo los fans más fieles recuerdan, y uno de esos momentos acaba de cumplir 30 años. Se trata de una fusión que aunque no salió ni en el anime ni el manga, sí provino de la mente juguetona de Toriyama.
El ilustrador se preguntó en algún momento qué pasaría si Krilin y Piccolo se fusionaran yeEl resultado fue tan absurdo que sigue siendo icónico. Fue así como nació Prillin, una mezcla tan extraña como divertida. Esta creación fue parte de un especial de aniversario de la franquicia, y aunque nunca apareció formalmente en la historia principal, con el paso del tiempo se convirtió en un pequeño símbolo de culto entre los seguidores de la saga de los Saiyajin.
Toei Animation
La idea nació del momento en Dragon Ball Z cuando Piccolo pide a Krilin que se ponga junto a él para enseñarles a los chicos cómo la Danza de la Fusión. Ambos demuestran la técnica, pero nunca se unen en un mismo cuerpo debido a que las fusiones creadas mediante dicho baile requieren que los dos participantes alturas y complexiones similares. Sin embargo, Akira Toriyama decidió que sería divertido ver cómo luciría una fusión de Krilin y Piccolo, y dibujó a "Prillin".
Desde su creación en 1994, Prillin ha aparecido en libros de arte, en entrevistas y en fanarts que circulan por internet. Su existencia no sólo ha dado pie a discusiones divertidas sobre qué poderes tendría o cómo se desempeñaría en la batalla, sino que también es un recuerdo de que el anime también tiene espacio para lo inesperado y lo absurdo.
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Y aunque hay fusiones en Dragon Ball que se robaron la atención de los fans, como Gogeta, Vegetto o incluso Gotenks, ninguna ha provocado tanta risa y nostalgia como Prillin. En realidad, más allá de su diseño, lo que hace especial a la mezcla entre Krillin y Piccolo es todo lo que representa: ese lado cómico de Toriyama, quien no tenía miedo a experimentar, divertirse y romper un poco con las reglas de su propio universo con una ilustración especial para sus seguidores.
