El cine bélico lidia con una extraña dualidad. Por un lado, muestra el lado más oscuro del ser humano, pero al mismo tiempo, deja espacio para la esperanza, la empatía y la fuerza de los que están al centro de las guerras. No es casualidad que películas como La lista de Schindler, Salvando al soldado Ryan y Sin novedad en el frente se hayan convertido en clásicos del género. Estas son historias que, además de ofrecer poderosas escenas dramáticas, dejan a los espectadores pensando incluso mucho tiempo después de los créditos finales. No se trata sólo de explosiones o de estrategias militares, sino de personas reales enfrentando lo peor de lo que la humanidad es capaz de hacer.
Pero más allá de las grandes producciones de Hollywood, existen otras películas que han pasado desapercibidas, tal vez por no tener estrellas reconocidas o una estrategia de marketing millonario, pero que merecen toda nuestra atención. De hecho, una de esas joyas está oculta en el catálogo de Netflix, una película que conmueve desde los primeros minutos y nos deja el corazón apachurrado.
Se trata de Una sombra en mi ojo, una cinta dirigida por el cineasta danés Ole Bornedal. Estrenada en 2021, está historia basada en hechos reales, lo que hace que su impacto emocional sea todavía más potente. La película nos transporta a la Segunda Guerra Mundial, específicamente a un momento que muchos desconocen fuera de Dinamarca: el bombardeo de la escuela francesa en Copenhague por parte de la Real Fuerza Aérea Británica. Este error trágico terminó en la muerte de decenas de niños, maestras y civiles inocentes.
Netflix
Y aunque podrías pensar que ya has visto suficientes películas sobre la Segunda Guerra, Una sombra en mi ojo tiene una perspectiva diferente. Aquí los protagonistas no son soldados en el frente ni a generales en salas de mando, sino a personas comunes, atrapadas en medio del horror sin buscarlo. La historia se centra en un grupo de niños que, sin saberlo, se convierten en víctimas colaterales de una operación militar que salió terriblemente mal. El enfoque en los más pequeños es precisamente lo que le da a esta cinta una carga emocional tan poderosa.
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Una sombra en mi ojo no es una película para ver con prisa ni mientras revisas el celular. Es de esas cintas que merecen atención total y, aunque duele, vale la pena cada minuto. Porque al final, eso es lo que busca el buen cine bélico: que no olvidemos lo que pasó. Así que la próxima vez que estés navegando por Netflix sin saber qué ver, dale una oportunidad a Una sombra en mi ojo.
