La trilogía de Guardianes de la Galaxia es una de las joyas del Universo Cinematográfico de Marvel. De hecho, si se hace una encuesta rápida entre los fanáticos más fieles de la franquicia, es muy probable que la mayoría ponga las tres películas dirigidas por James Gunn en lo más alto del UCM hasta el momento. Es imposible no amar a un mapache parlante con la voz de Bradley Cooper, a Vin Diesel interpretando a un árbol adorable que siempre dice lo mismo, y a una banda de inadaptados galácticos con una de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos, que te hace querer llorar y bailar al mismo tiempo.
Desde su primera entrega, esta franquicia le dio un giro inesperado al universo de superhéroes con su humor, corazón y personajes entrañables. Y para el estreno Guardianes de la Galaxia Vol. 3, ya todos estaban esperando el gran desenlace de la trilogía. Sin embargo, de todo lo que ocurrió en la historia, hay una escena en específico que, aunque nos tuvo al borde del asiento y nos partió el alma, parece ser que no pasó la prueba de la ciencia.
Estamos hablamos de ese momento desgarrador en el que Peter Quill, interpretado por el carismático Chris Pratt, se queda flotando en el espacio sin ninguna clase de equipo especial. Poco a poco, el hombre comienza a hincharse y congelarse, acercándolo a una muerte (casi) segura. Si bien es una imagen difícil de olvidar, según un verdadero experto en la materia, esto sería totalmente imposible en la vida real.
Disney
Fue Chris Hadfield, un astronauta con experiencia de verdad allá arriba en el vacío del espacio, quien decidió ponerle freno a la emoción y dar una cucharada de realidad a todos los que lloraron con esta escena. En una entrevista con Variety, Hadfield explicó que dicha sería mucho menos dramática y más explosiva de lo que se vio en Guardianes de la Galaxia Vol. 3. "No hay agua en la cara. No se congelaría al instante", explicó Hadfield, señalando que la masa térmica de una persona haría que la congelación tardara más de lo mostrado.
Pero lo más sorprendente es que los efectos de estar en el espacio sin traje alguno serían prácticamente inmediatos. "En unos 15 segundos, todo el oxígeno de tu sangre habrá pasado por tus pulmones en dirección opuesta y lo habrás exhalado. En unos 15 segundos, tendrás sangre desoxigenada, y para cuando llegue a tu cerebro, estarás inconsciente", añadió el profesional, mencionando que la sangre comenzaría a "burbujear como si abrieras una lata de Coca-Cola".
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Lo cierto es que, realidad o no, la escena de Star Lord dejó a muchos con un nudo en la garganta. Así que la próxima vez que veas esa escena de Guardianes de la Galaxia Vol. 3, donde Pratt está a punto de convertirse en cubito de hielo, recuerda que en la vida real probablemente no te congelarías así de rápido, y tu sangre se transformaría en el contenido de una gaseosa.
