Hace ya más de 10 años que el director Christopher Nolan entregó al mundo la última entrega de la trilogía de Batman: el caballero de la noche, considerada por muchos de las mejores trilogías de superhéroes hechas en la historia del cine.
Estas películas gustaron tanto al público que tres películas se sintieron insuficientes, es por eso que hubo un tema que todos los fanáticos esperaban, la posibilidad de tener un spinoff o secuela del icónico ayudante de Batman: Robin.
En las películas del director de Interstellar, Joseph Gordon-Levitt fue el actor encargado de dar vida al personaje de Robin John Blake. Actor conocido por formar parte de películas como 10 Things I Hate About You o 500 Days of Summer y quien también trabajó con Nolan en la película de Inception de 2010.
A pesar de que en las películas de Batman su aparición fue meramente secundaria hay que recordar que en la última escena del filme hay un sutil guiño con la mención del nombre del aprendiz del superhéroe de la capa negra, lo que dejó abierta la posibilidad y cierta esperanza en los fans de que fuera una pista para algún futuro proyecto del universo de Batman. Sin embargo, esa escena no significó algo más.
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Pues para una entrevista con el medio Inverse, el actor compartió que Nolan nunca tuvo en sus planes realizar futuras producciones centradas en algún personaje o algún tipo de continuidad de Ciudad Gótica.
Nunca quiso hacer más películas. Esta fue el final de su trilogía. Es curioso, ahora lo recordamos en el contexto del Universo Cinematográfico de Marvel: todo es una secuela de una secuela de una secuela. Pero en aquellos tiempos, hacer una trilogía era mucho y así era como se pensaba,
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A pesar de no darle continuación a un personaje que pudo haber sido fácilmente explotado por el director, como hemos visto en otras películas de superhéroes, la decisión del director de Oppenheimer fue clara y sin rodeos, dejando a los fans con ganas de más, pero cerrando magistralmente el universo de Batman.