Hollywood acaba de ser sacudido con la noticia del fallecimiento de Kelley Mack, actriz que interpretó a Addy en la popular serie de zombies The Walking Dead desde 2018 hasta 2019. Su muerte ocurrió el fin de semana pasado, así lo anunció su familia a través de un comunicado: “Un alma tan luminosa ha transicionado al más allá, donde todos iremos eventualmente”, escribió su hermana en Instagram.
Sus familiares compartieron que la actriz también conocida por producciones como Chicago Med y Spider-Man: Un nuevo universo, murió en paz el sábado por la noche mientras se encontraba rodeada de su madre y su hermana. Tras luchar contra un tumor cerebral, la intérprete falleció apenas unos meses después de recibir su diagnóstico.
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Mack reveló en sus redes sociales en enero de este año que fue diagnosticada con glioma difuso de línea media, un tumor agresivo que ataca el sistema nervioso y afecta principalmente a niños y adultos jóvenes, cuyo tratamiento es con cirugía, radioterapia y quimioterapia. En la misma publicación, la actriz compartió que a finales de 2024 sintió un dolor muy fuerte en la espalda baja y creyó que se trataba de una hernia de disco.
La actriz de Transmisiones siniestras contó que semanas después sintió una picazón en el cuádriceps derecho, así como dolor más agudo en las piernas y espalda. Tras acudir al hospital en víspera de Día de Acción de Gracias, los médicos del hospital le realizaron resonancias magnéticas y detectaron una masa anormal en su médula espinal, por lo que rápidamente comenzó a recibir radiación en Cincinnati, donde reside su familia.
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“Ella será extrañada por muchos, más profundo de lo que las palabras pueden expresar”, escribió su hermana en su mensaje de despedida. Una ceremonia en su honor se llevará a cabo el próximo 16 de agosto en Ohio.