Del cine a la vida real hay un abismo. Basta con recordar Jurassic Park y la idea de traer dinosaurios a la Tierra gracias a un mosquito en ámbar. Si bien suena emocionante, la ciencia todavía no resucitar seres extintos hace millones de años. O qué decir de los desastres más exagerados como Moonfall: Impacto lunar o El día después de mañana, donde en cuestión de horas, la vida tal y como la conocemos está a punto de colapsar. Aunque sabemos que es ficción, aún así nos encanta imaginarnos ese tipo de caos desde la seguridad del sofá.
Curiosamente, lo mismo pasa con todos los géneros, incluso con los westerns. En las cintas nos han enseñado que el Viejo Oeste era un lugar lleno de tiroteos al atardecer, vaqueros con sombreros enormes, duelos de mirada y forajidos valientes dispuestos a todo por su honor. Pero pocos se han preguntado qué tan real es todo eso, si los vaqueros realmente hablaban así y si llevaban ese tipo de ropa con la que se les ha representado en la gran pantalla.
Para ponerlo todo en claro, un historiador se dio el tiempo de analizar una película de Netflix protagonizada por Liam Neeson, y lo que descubrió dejó a más de uno con cara de sorpresa. El título en cuestión no es otro que La balada de Buster Scruggs, una joya western moderna a cargo de los hermanos Coen que mezcla varios relatos del Lejano Oeste en un solo largometraje.
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Para quien no la haya visto, esta producción está dividida en seis historias independientes que comparten el estilo ácido, sarcástico y trágico de sus directores. En una de esas historias aparece Liam Neeson en un papel muy alejado de lo que estamos acostumbrados a ver en él, como en Búsqueda implacable y Riesgo bajo cero.
Pero fue el primer segmento de la película el que llamó la atención del experto, donde aparece el personaje de Buster Scruggs, interpretado por Tim Blake Nelson. Este peculiar vaquero canta, viste de colores claros de pies a cabeza y tiene una puntería digna de un experto. Hasta aquí todo parece normal, al menos dentro de la lógica del cine. Pero según el historiador Grauer, este personaje tiene un detalle muy curioso que rompe por completo con la época que se está representando.
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"Este personaje, Buster Scruggs, interpretado por Tim Blake Nelson, es divertidísimo porque es un vaquero cantante de los años 30 que aparece de repente en el Viejo Oeste", dijo Grauer. "Nadie llevaba un disfraz así. Lo inventaron Roy Rogers y Gene Autry, vaqueros de cine de los años 30 y 40", contó, desilusionando a más de uno.
Con sus palabras, se confirma que lo que hicieron los Coen fue algo muy a propósito: jugar con la imagen idealizada del western clásico, la misma que tenemos todos en la cabeza gracias a décadas de películas. En vez de mostrar al vaquero sucio, rudo y silencioso, nos presentaron a una versión estilizada y musical, para luego subvertirla por completo con un giro oscuro.
Disponible en Netflix, La balada de Buster Scruggs es de esas películas que parecen sencillas al principio, pero esconden mucho más si te tomas el tiempo de mirarlas con otros ojos. Y si un historiador ya le encontró detalles que rompen con todo lo establecido, imagina lo que tú podrías descubrir si la vuelves a ver con atención.