En Hollywood, los divorcios son tan comunes como las alfombras rojas. El mundo ha sido testigo de rupturas que paralizaron a los espectadores. Brad Pitt y Angelina Jolie pasaron de ser la pareja dorada a protagonizar uno de los juicios más mediáticos de la década. Y ni hablar del caso de Amber Heard y Johnny Depp, que se convirtió en tema de conversación global y en material para titulares durante meses, que terminó con varios documentales sobre el largo juicio al que se enfrentaron hace un par de años.
Lo cierto es que cuando el amor se termina en la meca del cine, rara vez sucede en silencio. Pero no todos los casos llevan esa carga de escándalo público. Hay historias más discretas, aunque igual de intensas, que nos recuerdan que la fama no siempre es sinónimo de felicidad. Una de esas historias es la de una mujer que se casó con un actor cuando todavía no lo conocía nadie, lo apoyó en sus primeros pasos y decidió terminar cuando la fama tocó a su puerta.
EL AMOR DESPUÉS DE LA FAMA
Lo que parecía ser un matrimonio estable entre Tom Welling y la modelo Jamie White terminó deshaciéndose cuando él se convirtió en una superestrella de la televisión gracias a Smallville. Todo comenzó mucho antes de que se pusiera la capa y se volviera el crush de millones de adolescentes en todo el mundo, cuando Tom era un joven y soñaba con una carrera en la actuación.
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Fue en un café donde conoció a Jamie White, la mujer que más tarde se convertiría en su esposa. La química fue inmediata, y después de cuatro años de noviazgo, él decidió dar el gran paso y proponerle matrimonio. En ese entonces, todo parecía indicar que serían la pareja perfecta. Pero entonces llegó la gran oportunidad: Smallville, la serie que narraba los años de juventud de Clark Kent antes de convertirse en Superman.
La fama trajo consigo largas jornadas de rodaje, giras de prensa y convivencia constante con los compañeros de elenco. Según varios reportes de la época, Jamie no soportaba la distancia, ni tampoco la idea de que su esposo estuviera siempre en compañía de sus colegas mientras ella quedaba al margen. Lo que comenzó como una relación sólida se fue desgastando con el paso de los años, hasta que la distancia emocional se volvió imposible de ignorar.
UN DIVORCIO COSTOSO
Después de una década de matrimonio y apenas dos años después de que Smallville llegara a su final en 2011, Jamie presentó la solicitud de divorcio en 2013. La modelo alegó "diferencias irreconciliables", dejando a la luz poca información sobre lo que realmente sucedió. Pero o que sí se supo fue que Tom tuvo que pagar manutención durante cinco años, lo que confirmó que el rompimiento no fue precisamente amistoso.
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Con el tiempo, Tom logró rehacer su vida. En 2019 se casó con Jessica Rose Lee, con quien formó una familia y hoy presume ser padre orgulloso. Para muchos fans de Smallville, verlo feliz y estable después de los altibajos personales es un alivio. En entrevistas recientes ha confesado que la paternidad le dio una nueva perspectiva y que, aunque disfruta seguir apareciendo en proyectos de cine y televisión, su prioridad ahora es estar con sus hijos.