Tanto en el cine y la televisión, hay proyectos con los que los fans sueñan durante años. Aunque algunas producciones parecen imposibles de adaptarse, llega el día en que se logran cumplir expectativas y más. Así pasó con Super Mario Bros: La película, que convirtió a la franquicia de Nintendo un fenómeno taquillero. Lo mismo ocurrió con One Piece, que sorprendió a todos con una versión live-action digna de Netflix y del legado de Eiichiro Oda. Incluso, The Last of Us logró romper la maldición de los videojuegos mal adaptados y se transformó en una de las series más aplaudidas de los últimos tiempos.
Pero no todos los intentos corren con la misma suerte. También existen producciones que prometían mucho y que terminaron siendo un dolor de cabeza para los fans. Y si hablamos de ejemplos dolorosos, hay uno que siempre encabeza la lista: una película que, en lugar de poner en alto el nombre de Dragon Ball, terminó por mancharlo para siempre.
El gran tropiezo de una franquicia legendaria
Fue en 2009 que llegó Dragonball Evolution, aquella cinta que intentó llevar a Goku y compañía a la pantalla grande y terminó convertida en uno de los mayores fracasos de la historia del cine. Ni la crítica ni los fans la perdonaron lo que le hicieron a la legendaria obra de Akira Toriyama.
IMDb
Desde que Toriyama la creó en los años 80, la saga se convirtió en una de las más queridas del planeta. Sus batallas épicas, sus personajes carismáticos y la eterna rivalidad entre Goku y Vegeta forman parte del ADN de generaciones enteras. Por eso, cuando Hollywood anunció que haría una película en live-action, la emoción fue descomunal.
El problema es que el resultado no se pareció en nada a lo que el público esperaba. La historia parecía sacada de otra serie, los personajes no tenían la esencia original y la estética lucía como una parodia sin gracia. Para colmo, las actuaciones no lograban transmitir el espíritu que hizo grande al anime. Lo que debía ser un homenaje a Toriyama terminó siendo una caricatura vergonzosa.
Una culpa que no se ha ido
Años después del estreno, Ben Ramsey, el guionista de la película, rompió el silencio y aceptó la responsabilidad. Con una sinceridad poco común en Hollywood, declaró: "Empecé mi carrera buscando un buen sueldo y lo único que conseguí fue basura".
IMDb
Ramsey explicó que se involucró en el proyecto por motivos económicos, sin el compromiso real de hacer justicia a la obra de Toriyama. En sus propias palabras, escribió un guion sin alma, pensando más en cumplir con el encargo que en respetar la esencia de los personajes. Cuando el resultado se convirtió en un desastre internacional, entendió la magnitud del error.
Un fracaso que todavía duele
Aunque han pasado más de 15 años desde su estreno, Dragonball Evolution sigue siendo un ejemplo de cómo no hacer una adaptación. La película tuvo un presupuesto considerable, pero ni los efectos ni la dirección lograron salvarla. En taquilla fue un desastre, y en la memoria colectiva quedó como uno de los peores intentos de llevar un anime al cine.
cinemascomics.com
Pero lo más triste es que ese tropiezo también cerró la puerta a futuras adaptaciones en Hollywood del anime. Ahora, la pregunta es si algún día veremos una adaptación digna de Dragon Ball en live-action.