Cuando se piensa en Sylvester Stallone, es imposible no imaginarlo con los guantes de boxeo de Rocky o con una cinta en la frente y un rifle en las manos como Rambo. El actor neoyorquino se convirtió en sinónimo de cine de acción durante los años 80 y 90, construyendo una carrera que lo llevó a convertirse en ídolo mundial. Desde los emotivos días en el ring hasta la adrenalina de Cobra o El Demoledor, Stallone siempre supo moverse entre lo épico y lo explosivo.
Pero como toda estrella, también tiene películas que preferiría borrar del mapa. Entre tanto éxito, hay un título en particular que el propio Stallone reconoció como un error. Según sus propias palabras, el actor aceptó aparecer en esta historia porque estaba en un "momento de debilidad", y al final del día, el proyecto no cumplió con nada de lo que esperaba. Hoy, esta cinta se puede ver por Amazon Prime Video y Claro Video.
Un experimento fallido
Ese proyecto es Halcón, la cinta de 1987 sobre un camionero que busca recuperar a su hijo mientras compite en torneos de lucha de brazos. aunque suene extraño, Stallone alguna vez protagonizó una película donde el clímax era una competencias de pulsos, y no de puñetazos ni de salvar a personas en medio de la guerra.
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La idea parecía atractiva sobre el papel: mezclar acción, drama familiar y un deporte poco explorado en el cine. Stallone interpretaba a Lincoln Hawk, un hombre que intenta reconectarse con su hijo después de años de ausencia. Para lograrlo, decide inscribirse en un torneo de "arm wrestling" que, de ganar, le daría el dinero suficiente para iniciar una nueva vida.
La trama se percibió forzada, el drama resultó insoportable y, para muchos, la premisa de torneos de pulsos era difícil de tomar en serio. Tras su estreno en cines, el producto final fue un rotundo fracaso, con malas críticas y un rendimiento en taquillas aún peor que lo que se decía de ella.
Stallone admitió su error
Con los años, Stallone ha sido bastante sincero al hablar de Halcón. En entrevistas pasadas, confesó que nunca estuvo convencido del proyecto, pero que terminó aceptando porque le ofrecieron una cantidad considerable de dinero. "Había mucho dinero en juego. Y en aquel momento pensé que podía hacer que cualquier cosa funcionara. Fue una tontería", admitió, dejando claro que su motivación no fue artística, sino económica.
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Lo curioso es que, a pesar de todo, Halcón no desapareció del todo. Con el tiempo, ha conseguido un pequeño estatus de película de culto, gracias a su rareza y a lo extravagante de su premisa. Algunos fans disfrutan de su tono ochentero, de la exageración de las escenas y de la banda sonora.
Al final, todo depende de cómo se mire. La crítica la destrozó y la taquilla fue decepcionante. Pero para algunos, la película tiene cierto encanto. Es una cápsula de los años 80, con todo lo que eso implica: melodrama exagerado, música épica y un héroe que, aunque esté en una competencia de pulsos, sigue teniendo frases motivadoras.
