En el cine, las franquicias son un elemento ideal para contar una historia en muchas partes. Lo que comienza con una entrega, pronto se alarga con secuelas, se complica con spin-offs y, a veces, resurgen años después con fuerza. Rápidos y furiosos comenzó con carreras callejeras y ahora casi lucha contra submarinos y cohetes espaciales. Jurassic Park, después de tener dinosaurios en una sola isla ahora transportó a criaturas prehistóricas en medio de la ciudad. Ni qué decir de Star Wars, que con series, precuelas y secuelas se volvió prácticamente un universo infinito.
La realidad es que no todas las sagas logran mantener el mismo nivel de impacto. Hay algunas que con el tiempo se apagan o se quedan congeladas en la nostalgia. Por eso, cuando se anunció que una de las franquicias más queridas de los años 80 tendría un nuevo capítulo, las expectativas se dispararon hacia los aires. Después de tanto tiempo sin una película en la pantalla grande, todos querían saber si esta nueva propuesta estaría a la altura de la leyenda.
El regreso de un clásico reinventado
La saga de Karate Kid es parte fundamental de la cultura popular. Quién no recuerda o conoce a Daniel LaRusso con el icónico movimiento de la grulla o al Señor Miyagi enseñando filosofía de vida a través de encerar autos y pintar cercas. Aquellas películas de los 80 marcaron a una generación entera, con mensajes de disciplina, superación y la eterna lucha entre el bien y el mal.
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Después vinieron secuelas, un reboot con Jaden Smith y Jackie Chan, y, más recientemente, el fenómeno de Cobra Kai, la serie de Netflix que supo traer de vuelta a los personajes originales con un aire fresco y lleno de nostalgia. Pero en cuanto a cine, la franquicia llevaba un buen rato sin nada de nada. Por eso, Karate Kid: Leyendas se sintió como un regreso en toda regla, con la misión de mantener vivo un legado que parecía haberse detenido.
¿De qué va Karate Kid: Leyendas?
Todo comienza con una tragedia familiar, en la que el prodigio del kung fu Li Fong se ve obligado a abandonar su hogar en Pekín y trasladarse a Nueva York con su madre. Li lucha por dejar atrás su pasado mientras intenta encajar con su vida lejos de casa.
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Cuando un nuevo amigo necesita su ayuda, Li se presenta a una competición de karate, pero sus habilidades no son suficientes. Es ahí cuando el profesor de kung fu de Li, el Sr. Han, le pide ayuda al Karate Kid original, Daniel LaRusso (Ralph Macchio), y Li aprende una nueva forma de luchar, fusionando sus dos estilos en uno solo para el enfrentamiento definitivo de artes marciales.
¿Vale la pena o sólo es nostalgia?
La gran pregunta siempre es si este tipo de regresos viven de la nostalgia o si realmente aportan algo nuevo. En este caso, Karate Kid: Leyendas parece lograr ambas cosas. Por un lado, es un tributo a lo que hizo grande a la franquicia, con respeto hacia los personajes originales y su legado. Por el otro, tiene la suficiente chispa propia como para justificar su existencia en pleno 2025.
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¿Es perfecta? No. Pero cumple con creces lo que promete: acción emocionante, nostalgia bien dosificada y un mensaje de superación que nunca pasa de moda. Para los fans de siempre, es un reencuentro emocionante. Para los nuevos espectadores, una puerta de entrada a una saga que todavía tiene mucho corazón por ofrecer.
