Todos sabemos que Jason Statham es, al igual que Vin Diesel y Dwayne 'La Roca' Johnson, es garantía de explosiones, persecuciones en autos, peleas con movimientos imposibles y frases ingeniosas que son más fuertes que un golpe. Pero, aunque el británico es sinónimo de adrenalina pura, no todas sus películas han tenido la misma recepción. De hecho, una de ellas fue tan mal recibida que un actor que más adelante ganaría un Premio Oscar decidió que había tenido suficiente con el séptimo arte.
No se trata de una broma. Fue un intérprete de teatro, muy respetado en Reino Unido y con una trayectoria impecable, quien se vio sumamanete frustrado después de participar en una cinta junto a Statham. Su experiencia le llevó a tomar una decisión radical: despidió a todos sus agentes, juró que nunca volvería a pisar un set y prácticamente desapareció de la pantalla grande por un tiempo.
El desencanto total
El proyecto en cuestión es Blitz, conocida en español como Persecución mortal, estrenada en 2011. Y el actor que quedó desencantado con Hollywood fue nada menos que Mark Rylance, quien curiosamente, cuatro años después, regresaría con todo y se llevaría el Oscar a Mejor Actor de Reparto por Puente de espías de Steven Spielberg.
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Fue en una entrevista a The Big Issue que Rylance confesó que sus días en Persecución mortal fueron desastrosos. A pesar de que la película pintaba para ser un thriller policiaco atractivo para el público, con Statham en el papel de un rudo detective londinense enfrentando a un asesino serial que apunta a oficiales de policía, el resultado final lo dejó profundamente decepcionado.
El actor explicó que aceptó el papel esperando un proyecto sólido, pero la producción terminó siendo caótica y nada de lo que imaginó. Su reacción fue tan extrema que no solo decidió alejarse del cine, sino que también rompió relaciones con sus representantes: "Lo odié tanto que despedí a todos mis agentes".
Una pausa breve
Afortunadamente, no tardó mucho en cambiar de opinión. Spielberg lo convocó para Puente de espías en 2015 donde interpretó al espía soviético Rudolf Abel. Su actuación fue tan aclamada que le valió elogios unánimes de la crítica y un Oscar. Su regreso a los cines fue tan triunfal que demostró que, aunque Persecución mortal fue un tropiezo, el talento de Rylance estaba destinado a brillar.
IMDb
Después de ganar la codiciada estatuilla dorada, Mark Rylance se consolidó con un lugar especial en el cine con proyectos de alto nivel, incluyendo Ready Player One: Comienza el juego y No miren arriba. Sin embargo, aunque han pasado los años, el actor jamás ha olvidado lo mal que lo pasó en Persecución mortal.