Netflix se ha convertido en un campo de batalla donde las historias de acción dominan sin piedad. Desde La vieja guardia, que puso a Charlize Theron repartiendo golpes inmortales, hasta Misión de rescate con Chris Hemsworth demostrando que puede saltar de un helicóptero sin despeinarse, el gigante del streaming sabe exactamente lo que su público quiere: pura adrenalina y peleas imposibles de olvidar.
La realidad es que la plataforma también ha apostado por thrillers explosivos como Triple frontera o Polar, donde lo que importa no es sólo quién dispara primero, sino la creatividad con la que se ejecutan las escenas. Estos y otros títulos, con todo y sus excesos, han logrado algo muy claro: competir de frente con franquicias legendarias del cine, como John Wick.
Una historia a contrarreloj
Y justo en medio de ese catálogo repleto de acción desenfrenada, hay una película que muchos pasaron por alto pero que tiene todo lo necesario para dejar sin aliento hasta al mismísimo Baba Yaga. Hablamos de Kate, un thriller tan vertiginoso que se siente como si John Wick hubiera tomado unas vacaciones en Tokio y alguien decidiera subir todavía más la intensidad.
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Kate es conocida por ser una meticulosa asesina que cuenta con habilidades inigualables que la convirtieron en el arma perfecta. Sin embargo, cuando por una extraña razón termina arruinando la misión contra los yakuza en Tokio, se convierte en víctima de un envenenamiento.
Pronto enfrente una ejecución dolorosamente lenta al estilo oriental, que le deja con menos de 24 horas para vengarse. A medida que su cuerpo se va deteriorando, Kate forja un vínculo inesperado con la hija adolescente de una de sus misiones.
Tokio como un personaje más
Uno de los grandes aciertos de la película es su ambientación. El Japón nocturno, con sus calles iluminadas por neones y sus callejones llenos de peligro, se convierte en un personaje más. Cada rincón parece diseñado para intensificar la tensión y darle un aire único a las secuencias de pelea.
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Por supuesto, la coreografías de acción son de otro nivel. Hay persecuciones en autos, combates cuerpo a cuerpo y tiroteos que parecen sacados de un videojuego frenético. Lo sorprendente es que, aunque el ritmo nunca baja, la película también se toma el tiempo de mostrar un lado más humano de Kate, especialmente en su relación con una adolescente que se cruza en su camino.
Mary Elizabeth Winstead, la reina inesperada de la acción
Muchos recuerdan a Mary Elizabeth Winstead por papeles en películas como Scott Pilgrim vs. los ex de la chica de sus sueños o Avenida Cloverfield 10, pero en Kate demuestra que tiene todo lo necesario para cargar con una película de acción en solitario. Su intensidad, su vulnerabilidad y su fuerza física logran que el espectador crea cada golpe, cada disparo y cada decisión que toma.
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De hecho, su trabajo en esta cinta fue tan convincente que los fans empezaron a pedir que la actriz tuviera más papeles en este género. Y viendo lo que logra aquí, no sería raro que en el futuro se le considere entre las nuevas referentes de la acción en Hollywood.