Desde sus inicios en Dr. Slump hasta Dragon Ball DAIMA, Akira Toriyama tenía un talento especial para crear personajes memorables. Héroes, villanos, guerreros con peinados imposibles y hasta gatos sabios que daban consejos desde una torre. Cada uno con su toque único, como si el mangaka hubiera sabido exactamente qué necesitaba el universo de Dragon Ball para volverse eterno.
Pero hay un detalle que casi nadie conoce. Un gusto muy particular que el creador de Goku confesó alguna vez y que explica por qué algunos personajes de la saga son tan distintos. No tiene que ver con los Saiyajin, ni con los poderes, ni con los colores del aura, sino algo más personal, más artístico.
UN TIPO ESPECIAL DE PERSONAJES
Resulta que Toriyama tenía una debilidad muy clara: le encantaba dibujar personajes ancianos. Mientras otros artistas preferían rostros jóvenes o cuerpos atléticos, él encontraba una alegría especial en retratar arrugas, barbas largas y expresiones llenas de historia. Decía que los ancianos eran más interesantes, más expresivos y que con ellos podía jugar mucho más en el dibujo.
Toei Animation
No es casualidad que Dragon Ball esté lleno de figuras mayores que se roban el show. Tan sólo hay que recordar al Maestro Roshi, por ejemplo. Ese viejo pícaro (y cancelable) con gafas de sol que en ocasiones da lecciones de vida sin que te des cuenta. Roshi no sólo entrena a Goku y Krilin, también representa la idea de que la sabiduría puede venir en forma de broma.
O qué decir de Karin, el gato ermitaño que vive en una torre altísima y entrega las semillas del ermitaño. Su aspecto adorable engaña, pero detrás de esos bigotes hay una calma casi filosófica. O Baba la Adivina, la hermana del mismísimo Roshi, con su esfera de cristal y su manera tan natural de moverse entre el mundo de los vivos y los muertos. Todos tienen algo en común: una presencia fuerte, carismática, y esa mezcla entre sabiduría y humor que sólo Toriyama sabía manejar.
'DRAGON BALL': UN LUGAR PARA TODOS
Lo interesante es que, al observar su obra con ese dato en mente, notas que los ancianos en Dragon Ball no son un adorno ni relleno, sino esenciales. Toriyama los usa para romper la tensión, para enseñar o simplemente para recordarnos que no hay edad para ser importante. En su universo, un abuelo puede derrotar a un demonio, un gato puede ser maestro, y una bruja puede tener más estilo que un villano con armadura.
Toei Animation
Ese gusto por los "viejos" no era solo una cuestión estética. Toriyama veía en los personajes mayores una oportunidad para jugar con las expresiones. Con ellos podía salirse de la rigidez de los héroes jóvenes y explorar otro tipo de energía: la experiencia, la nostalgia, la ternura disfrazada de sarcasmo.