México ha dado al mundo algunas de las películas más poderosas del cine. Desde dramas que desarman el corazón hasta historias que retratan con crudeza la realidad social, nuestro país ha sido una fábrica constante de talento y emociones. Y aunque a veces el público se queda con las producciones más recientes, hay joyas clásicas que siguen igual de vigentes, incluso décadas después de su estreno.
Entre esas obras maestras que trascendieron fronteras hay una que, con el paso del tiempo, se ha convertido en símbolo del cine mexicano y en referencia obligada para cineastas de todo el mundo. Una película dura, honesta y profundamente humana, que ahora puedes ver gratis con tu suscripción en streaming en Prime Video.
Un retrato sin filtros de la pobreza y la infancia rota
Los olvidados, dirigida por Luis Buñuel, es una de las cintas más influyentes y premiadas en la historia del cine mexicano. Una historia tan brutal como poética, que ganó el Premio a Mejor Director en el Festival de Cannes y puso a México en el mapa del cine mundial.
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Estrenada en 1950, Los olvidados cuenta la historia de un grupo de niños que sobreviven en los barrios más pobres de la Ciudad de México. Sin héroes ni villanos, Buñuel muestra la crudeza del entorno urbano a través de los ojos de los más indefensos: los niños que crecen sin amor, sin oportunidades y, muchas veces, sin esperanza.
El protagonista es Pedro, un joven que intenta escapar del mundo de violencia que lo rodea, pero su entorno lo arrastra una y otra vez hacia el mismo destino. Entre robos, maltrato, abandono y sueños rotos, la película construye un retrato implacable de la desigualdad y la marginación, tan real en su momento como en la actualidad.
Buñuel y su revolución cinematográfica
Cuando Los olvidados se estrenó, causó controversia en México. Muchos consideraron que Buñuel había "ensuciado" la imagen del país al mostrar sus miserias. Pero con el tiempo, la crítica comprendió su profundidad: no era un ataque, sino una mirada necesaria a lo que el cine solía ignorar.
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Buñuel, nacido en España pero naturalizado mexicano, retrató una realidad que nadie quería ver, y lo hizo con una sensibilidad brutal y una estética casi documental. Su mirada era incómoda, pero necesaria. Los olvidados no sólo cambió el rumbo del cine nacional, sino que abrió el camino para las películas sociales que vendrían después.
En 1951, la cinta ganó el Premio a la Mejor Dirección en Cannes, y desde entonces ha sido restaurada, reeditada y proyectada en festivales de todo el mundo. Para muchos, la historia forma parte de lo esencial de la cinematografía mundial por su valor cultural universal.
Ver Los olvidados hoy es como mirar un espejo que, tristemente, sigue reflejando una parte del México actual. La pobreza infantil, la falta de oportunidades y la indiferencia social continúan siendo temas presentes, lo que hace que la película no se sienta vieja, sino urgente.