En menos de una década, Anya Taylor-Joy se ha convertido en una de las actrices más fascinantes de su generación. Su mirada hipnótica y su forma de moverse entre el cine de autor y las superproducciones la han convertido en una presencia imposible de ignorar. Su debut en La bruja la colocó en el mapa del horror psicológico. Luego vinieron Fragmentado, Emma y, por supuesto, Gambito de dama, la serie de Netflix que la catapultó a la fama mundial y la consolidó.
Desde entonces, Anya ha demostrado que puede hacerlo todo: acción en Furiosa: De la saga Mad Max, fantasía en El hombre del norte, comedia negra en El menú, y ahora, ciencia ficción distópica con monstruos y secretos. La actriz de origen argentino-británico se sumó a un género en el que no había participado en una cinta que parecía ser lo mejor del año, pero que finalmente dejó mucho qué desear.
Una superproducción que nadie vio venir
Dirigida por Scott Derrickson, conocido por Doctor Strange y El exorcismo de Emily Rose, El abismo secreto prometía ser una de las películas de ciencia ficción más grandes del año. Con un presupuesto estimado de 70 millones de dólares, y un elenco encabezado por Anya Taylor-Joy, Miles Teller y Sigourney Weaver parecía tenerlo todo para triunfar en cines. Sin embargo, el destino fue otro: la cinta se estrenó directamente en streaming a través de Apple TV+, donde se convirtió en un éxito silencioso entre los fans del género.
Apple TV+
La historia de se desarrolla en un futuro cercano, donde dos agentes, interpretados por Taylor-Joy y Teller, son asignados a proteger lados opuestos de un barranco clasificado, una zona misteriosa que oculta secretos que el gobierno quiere mantener bajo control. Lo que al principio parece una misión rutinaria se transforma en un viaje lleno de tensión, paranoia y terror cósmico.
Un riesgo creativo (y económico)
Que El abismo secreto haya costado 70 millones de dólares y no haya llegado a cines es, sin duda, una rareza en tiempos donde cada superproducción busca arrasar en taquilla. Pero también habla de cómo está cambiando la industria: los estudios apuestan cada vez más por estrenos exclusivos en plataformas, donde las métricas son distintas, pero el alcance puede ser global.
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Y aunque su estreno fue silencioso, El abismo secreto rápidamente se ganó el título de joya escondida del streaming, alabada por su atmósfera opresiva y la química entre Taylor-Joy y Teller. El resultado es una película visualmente deslumbrante, con criaturas tan aterradoras como tristes, y un final que deja más preguntas que respuestas.
