El cine de terror ha cambiado mil veces, pero su esencia sigue siendo la misma: provocar miedo y fascinación al mismo tiempo. De El exorcista a Está detrás de ti, pasando por Alien, el octavos pasajero, El aro o ¡Huye!, cada década ha reinventado lo que nos asusta. Pero si hay algo que nunca falla, sin importar el año ni la tecnología, son los monstruos.
Estas criaturas imposibles nos hacen mirar dos veces la oscuridad y despiertan nuestro miedo más primario: el miedo a transformarnos, a perder lo que nos hace humanos. Y pocas películas han llevado esa idea tan lejos, y de una forma tan perturbadora, como La mosca, una joya del terror corporal dirigida por David Cronenberg que hoy puedes revivir en Prime Video México.
Ciencia, amor… y mutación
A simple vista, la historia podría parecer una típica cinta de ciencia ficción: un científico brillante experimenta con la teletransportación y, por accidente, algo sale mal. Pero en manos de Cronenberg, eso se convierte en una pesadilla grotesca, trágica y casi filosófica.
Bloody Disgusting
El protagonista, Seth Brundle desarrolla una máquina capaz de desintegrar y recomponer materia viva. Fascinado por su descubrimiento, decide probarla en sí mismo. El problema es que una mosca común entra en la cápsula durante el experimento. El resultado: un híbrido entre humano e insecto que comienza a transformarse lentamente, de manera tan repulsiva como inevitable.
A medida que su cuerpo cambia, su mente también lo hace. Lo que empieza como una mejora física, con fuerza, agilidad y energía, pronto se convierte en una degradación total: carne que se cae, uñas que se desprenden y fluidos que hierven. Y en medio de todo, su pareja, Veronica trata de sostener una relación con alguien que se está desintegrando ante sus ojos.
El arte del horror físico
La mosca es una lección de cine de terror. No necesita sustos baratos ni ruidos repentinos. Su miedo nace de la transformación, del cuerpo convertido en campo de batalla. No por nada, el maquillaje y los efectos prácticos, creados por Chris Walas, ganaron el Premios Oscar.
Bloody Disgusting
Pero lo cierto es que la película va más allá del simple asco. Lo que la hace tan poderosa es su carga emocional. No estás viendo sólo a un monstruo: estás viendo a un hombre que pierde su humanidad poco a poco, consciente de lo que le está pasando, pero incapaz de detenerlo.
Cronenberg convierte la ciencia en metáfora. La mutación es una forma extrema de hablar del envejecimiento, la enfermedad y la fragilidad del cuerpo. Y ahí está su genialidad: el verdadero terror no está en la criatura, sino en lo que refleja de nosotros mismos.