El furor por las historias de amor entre humanos y criaturas sobrenaturales puede rastrearse décadas atrás, pero es innegable que la saga Crepúsculo, protagonizada por Kristen Stewart y Robert Pattinson llevó ese subgénero a una nueva generación. Con el reciente resurgimiento del fenómeno vampírico en redes sociales, muchos espectadores se encuentran buscando nuevas propuestas de romance monstruoso.
La comedia zombi en Netflix que los fans de ‘Crepúsculo’ necesitan ver
En Netflix está disponible una opción ideal. Mi novio es un zombie, una encantadora mezcla de comedia romántica, terror ligero y postapocalipsis, adapta el clásico Romeo y Julieta en clave zombi, con Nicholas Hoult interpretando a un muerto viviente llamado R y Teresa Palmer dando vida a Julie, una joven humana que despierta algo más que hambre en su extraño enamorado. Su premisa descabellada sorprendió a la crítica en su momento, aunque el tiempo injustamente dejó en el olvido.
A diferencia de los zombis tradicionales, torpes y sin alma, aquí la infección ha degradado la conciencia sin extinguirla del todo. Algunos infectados conservan recuerdos, deseos y capacidad de cambio, mientras que otros han perdido cualquier atisbo de humanidad. En lugar de centrarse únicamente en la acción o el gore, el director Jonathan Levine explora vínculos, emociones y segundas oportunidades en un mundo devastado.
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Amor en tiempos de plaga: el filme que da una nueva vida al cine de zombis
La película rinde homenajes evidentes a William Shakespeare y su clásica obra; nombres como R y Julie subrayan la inspiración trágica del romance prohibido. Sin embargo, lo hace con un tono cálido y divertido, invitando al público a apoyar una relación que desafía la muerte misma. Para los fans de Edward y Bella, que a veces cuestionan la toxicidad de aquel vínculo, esta historia se siente más luminosa y esperanzadora.
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El carisma de Hoult resulta crucial para que la audiencia se encariñe con un protagonista que gruñe más de lo que habla. Teresa Palmer, por su parte, aporta una sensibilidad que guía el corazón de la cinta. Ambos forman una pareja inusual pero encantadora. Además, el reparto secundario brilla con figuras como John Malkovich, Dave Franco y Rob Corddry, quienes contribuyen al equilibrio entre humor y emotividad.
Mi novio es un zombie también transmite una reflexión sencilla, pero entrañable: no hay que juzgar por las apariencias. R es un buen “hombre” pese a sus circunstancias, y la película insiste en que cualquiera puede transformarse si se le da la oportunidad. El amor no solo acerca personas; también cura heridas y reconstruye sociedades.