Lee Tamahori, el cineasta originario de Nueva Zelanda que alcanzó reconocimiento internacional por su trabajo en la película de drama Once Were Warriors y la producción Otro día para morir de la saga James Bond, murió este viernes 7 de noviembre a la edad de 75 años luego de padecer enfermedad de Parkinson. Fue su familia la que compartió la noticia a través de un comunicado.
“Su legado permanece con su whānau, sus mokopuna, cada director al que inspiró, cada límite que rebasó y cada historia que contó con su mirada y corazón honesto”, declararon sus familiares en un comunicado transmitido por la emisora neozelandesa RNZ. De acuerdo con información Deadline, el cineasta falleció pacíficamente en su hogar y rodeado por sus seres queridos.
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En el comunicado también se resaltó su apoyo a las raíces indígenas: “Fue un líder carismático y un feroz espíritu creativo. Lee celebró el talento Maori dentro y fuera de la pantalla”, continúa la declaración, “Finalmente regresó a casa para contar historias fundadas en whakapapa y la identidad, con Mahana y su última película The Convert, reafirmando su conexión con Aotearoa”.
Luego de su debut como director de largometrajes con Once Were Warriors, Tamahori dirigió proyectos como Mulholland Falls, The Edge, Along Came a Spider y Next, películas en las que trabajó con estrellas de Hollywood como Morgan Freeman, Anthony Hopkins, Nicolas Cage y Samuel L. Jackson, entre otras celebridades de la industria cinematográfica.
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Sus créditos también incluyen aclamadas producciones televisivas como la serie de HBO Los Soprano, con una participación en el 2000 tras dirigir el tercer episodio de la segunda temporada, titulado “Toodle-Fucking-Oo”. Entre sus últimas participaciones como cineasta se hallan los proyectos The Patriarch, en 2016, la serie Billions, en 2020, y la película The Convert, en 2023.